La educación debe inspirar un nuevo modo de pensar

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Morelia, Mich.- La Responsabilidad Social (RS) en las Instituciones de Educación Superior contribuye eficazmente a la convivencia democrática, a promover el espíritu de solidaridad y respeto, así como a promocionar los valores del humanismo y el diálogo intercultural, declaró Humberto Grimaldo Durán, Coordinador del Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe (ORSALC).

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En ese sentido, el especialista colombiano aseguró que el primer ejercicio de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es la voluntad, de ahí que reconoció y se congratuló con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), por ser la primera sede nacional en abrir un espacio para el intercambio de experiencias en materia de Responsabilidad Social en las Universidades e Instituciones de Educación Superior en México, desde la creación del ORSALC, en el año 2012.

Durante su conferencia magistral, Grimaldo habló de la necesidad de implementar a la RSU como una política institucional que pueda impactar directamente en los problemas sociales del entorno local, regional y nacional de cada una de las Universidades y, haciendo eco del pensamiento de su compatriota, el escritor colombiano García Márquez, dijo que no había mayor responsabilidad social que la de hacer de la educación “el órgano maestro de la cuna hasta la tumba, que inspire un nuevo modo de pensar, que convoque a la ética y a la estética para nuestra superación personal, que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar, y que canalice hacia la vida, la energía creadora que hemos despilfarrado en depredación y violencia”.

Dijo que para el ORSALC, no hay educación sin un referente antropológico, y que, como se educa a personas, la educación es igualmente digna, única e irrepetible. “La educación hace mejores a las personas bajo tres aspectos: la formación, que se da en el hogar; la enseñanza, que se imparte en la escuela; y el aprendizaje, que aplican las personas en su entorno”.

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Habló también de los desafíos intelectuales, económicos, organizacionales y sociales que enfrentan las instituciones de educación superior, y aseguró que desde el Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe se da seguimiento al contexto latinoamericano. En ese sentido, comentó, nuestro país alcanza una cobertura en educación superior del 27%, con apenas un 4.8% del producto interno bruto,(PIB), destinado al sistema educativo de nivel superior.

Agregó que las responsabilidades básicas son jurídicas, morales y sociales, por lo que es inadmisible “lavarse las manos” o culpar a otros. Lo loable es hacer lo que se debe, más allá de lo que se pueda y concretar en realidades cotidianas los derechos, pero sobre todo los deberes que trae consigo la RS, expresó. “Se habla mucho de los derechos, incluso de los que tienen los animales, pero lo peor es cuando asumimos que los ingratos y los pobres no tienen nada que ver con nosotros”.

También dijo que con la educación se forma ciudadanía, que es la disposición práctica hacia el bien común; se genera la equidad que es la coherencia social que permite la convivencia; se conforma el patrimonio que es el asentamiento vivencial de las tradiciones y se fomenta el cuidado al medio ambiente, lo que puede verse traducido en el buen gobierno, la transparencia, la equidad de género, los campus sostenibles, las relaciones externas para el desarrollo y la innovación social.

Cabe señalar que el Observatorio representa una plataforma donde tienen lugar la información y el intercambio de conocimientos a través de diversos estudios y análisis, y su propósito es consolidarse como un espacio virtual donde confluyan publicaciones, estudios, eventos, entrevistas, opiniones y noticias relacionados con el pensamiento universitario latinoamericano.