¿De qué lado estás Silvano?

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Juan Pablo Ríos y Valles Boysselle

 

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Todos los días tenemos que resolver problemas, cada mañana despertamos con la esperanza de enfrentarlos con la menor cantidad de complicaciones posible, pero sabiendo que en la vida es necesario tomar posición y enfrentarlos. Hay a quienes parece encantarles generar conflicto, hasta fabrican sus propios líos y otros que, con atole por las venas, escuchan, consultan, buscan opciones, pero jamás deciden y menos resuelven.

Lo más normal es que una persona sin conocimiento de un tema prefiriera incluir a expertos, eso sería responsable y entendible, sería tan sensato como decir “si no le sé, mejor pregunto” pero eso no les preocupa a los políticos; ahí tenemos expertos en bacheo y comandantes de la seguridad que, sin experiencia previa, toman decisiones que en el mejor de los casos nos cuestan dinero.

No es la prudencia la causa de la parálisis del Estado, es el miedo a perder votos y el cálculo político. La razón por la que faltan agallas para decirle al compadre que no se le puede asignar la obra con sobrecosto, o para explicarle al mando policial que es requerido combatir en vez de coludirse, se debe también a que tampoco entienden que es más importante el beneficio de la sociedad que su carrera política.

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Esta columna ha asumido la responsabilidad de señalar los problemas públicos y disfruta la oportunidad de incluir los comentarios y experiencias de los lectores, por eso señaló la urgencia de intervenir en el sistema de transporte público para dignificarlo y permitir que los niños vayan la escuela seguros, que las mujeres lleguen a su destino sin ser acosadas y que,en general, se pueda disfrutar el viaje. La necesidad social es clara, pero Silvano traía entre manos lanzarse de pre candidato para ver qué le dan a cambio y la posibilidad de un paro de transportistas habría sido devastadora para su interés personal, así que mejor tapó el sol con un dedo y pensó que si bajaban el tema de la agenda pública, mágicamente los morelianos dejarían de preferir viajar distinto.

En Michoacán se tiene un especial recelo contra los empresarios porque pensamos que todos en el mundo son como los que conocemos, se nos hace que también en otras regiones el millonario es amigo del Alcalde o que el que invierte, antes fue Diputado o ya le sabe a mecanismo de la corrupción con el Gobernador; nada más distinto a la realidad. Las empresas exitosas son aquellas que encuentran una necesidad en el mercado y ofrecen un producto o servicio que la satisfaga al precio que el usuario esté dispuesto a pagar; la diferencia entre lo que cuesta hacer esa labor y lo que se cobra es la utilidad y un porcentaje se paga de impuestos para que alcance para luminarias, calles de concreto, hospitales, escuelas y comedores comunitarios.

Esta semana Uber anunció su inicio de operaciones en Morelia y está buscando socios para arrancar. Nunca antes la llegada de una nueva inversión había causado tal polarización. Los ignorados por el Gobernador se alegran de que alguien sí les haya escuchado y por fin esté dispuesto a ofrecer un taxi dingo, aunque haya que pagar menos, olvidarse de negociar al abrir la puerta y soportar sentarse en un vehículo limpio; del otro lado están los seguidores de Pasalagua y los afiliados a la Cocotra que amenazan con golpes y plantones en vez de resolverlo con mejor servicio, implementación de tecnología y precio.

La Cococtra, para fines prácticos, representa un monopolio, sólo ella puede dar placas, sólo ahí se pueden negociar con los piratas, sólo sus miembros tienen la legitimidad para circular al amparo de la corrupción de los agentes de tránsito. En su comunicado se quejan que ellos tienen que pagar cuotas, revista y aportaciones, pero no señalan que no pagan impuestos porque ni los más organizados otorgan factura; es decir el sistema de taxis actual beneficia a un grupo, el mismo que engrasa el sistema, mientras que empresas como Uber benefician al otro empresario que podrá deducir su gasto, al papá que podrá observar el viaje de su hijo segundo a segundo, y a las arcas del municipio o al estado si se ponen vivos y los regulan como lo hizo su amigo de la CDMX Miguel Ángel Mancera.

Hoy Silvano se enfrenta ante una decisión que significa más que decirle sí o no a Uber. Si les da la espalda a los ciudadanos también les dice a los empresarios que:

Prefiere a los que piden subsidio para ponerle gas a un Tsuru viejo, que a quienes quieren invertir sus ahorros para comprar un sedán de más de $150,000.00

Le es más rentable que su estructura reciba dinero de cuotas y mordidas, que incrementar en cientos el registro de personas físicas que presten un servicio pagando impuestos en la economía formal.

Que no importa que esta nueva opción sí respete límites de velocidad, el uso de cinturón de seguridad y el mínimo decoro, prefiere el voto de los que contaminan y amedrentan.

Es también decirles a los jóvenes emprendedores que olviden el sueño de agregar valor a través de la tecnología, que en Michoacán es mejor formar fila para ser sindicalizado o golpista.

Ya no vivimos en tiempos en los que la diferencia estaba en ser de izquierda o derecha;ahora debemos elegir entre: estar del lado de aquellos que abrazan el futuro y están dispuestos a enfrentar sus retos o de los que prefieren aferrarse al pasado para no perder sus privilegios pues no confían en su capacidad.

¿De qué lado estás Silvano?