Call of Duty: Black Ops 4, el clásico juego de acción que la franquicia llevó a otro nivel

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Foto: Tomada de Internet. Sin dudas, la saga Call of Duty es una de las más populares en la rica historia de los juegos de disparos.

Fabian Alanis/La Voz de Michoacán

 

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Ciudad de México. Sin dudas, la saga Call of Duty es una de las más populares en la rica historia de los juegos de disparos en primera persona. Pero este Black Ops 4, el decimoquinto título de la serie que salió el viernes para las consolas PlayStation 4, Xbox One y PC, se despega del resto para concentrarse absolutamente en la experiencia del multijugador online.

Sin complejos y con las ideas muy claras, la franquicia de Activision demostró con esta entrega que no quiere permanecer al margen de los videojuegos de acción más convocantes del momento. Por esa razón presenta este renovado cuarto episodio que renuncia a características clásicas, como la campaña offline para un solo jugador, para entregarse por completo a nuevos conceptos, como el género en boga por estos tiempos: Battle Royale.

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El modo Blackout, la revelación

A diferencia de las ediciones anteriores, el estudio Treyarch y al editor Activision decidieron apostar de lleno en sustituir el modo historia de Call of Duty: Black Ops 4. En su lugar introdujeron Blackout, un vertiginoso sistema de "todos contra todos" para jugarlo exclusivamente en internet. Los nostálgicos y amantes de las campañas offline, una tradición en esta clase de títulos, quizás sientan que ya no será lo mismo.

Al igual Fortnite o Playerunknown's Battlegrounds (PUBG), Blackout reúne a 100 jugadores para que se enfrenten en una batalla a muerte dentro del mapa de mayor extensión en la historia de la saga. Se trata de un escenario gigantesco, lleno de locaciones, armas y personajes de otras entregas de la serie. Las partidas pueden encararse por parejas o escuadrones de hasta cuatro personas.

En este aspecto, entre otras cuestiones, hay que tener en cuenta el armamento que elegiremos para sobrevivir en el campo de batalla. Las armas que se consiguen en Blackout tiene un alcance delimitado tanto por su tipo, como por sus características que la definen. Las balas tienen caída, por lo que el jugador deberá medir muy bien las distancias de disparo, especialmente con fusiles de precisión y fusiles de asalto con miras de varios aumentos.

En lo que respecta a la jugabilidad, esta nueva entrega abandona la posibilidad de correr por las paredes y otras habilidades superhumanas -de las entregas más futuristas de la saga, como Black Ops 2 y 3- para centrarse en un estilo más tradicionalista (“boots on the grond”) que resulte familiar para los veteranos de la serie.

Otro cambio importante en el apartado jugable es la eliminación del sistema de recuperación automática de salud. Se acabó aquello de esconderse detrás de una cobertura, ahora esta acción está asignada a un botón que se recarga a medida que transcurre la partida. Se trata de una opción que puede dotar al juego de un mayor componente estratégico, y que se une a otros cambios, como la nueva niebla de guerra, que oculta del radar a los contrincantes más alejados, o el nuevo arsenal de armas y sus cambios dinámicos durante la partida.

Con información de Clarín.