Esencia de George Sand permanece en Castillo de Nohant

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Ciudad de México.- Parte de la vida y obra de George Sand, notable novelista francesa del periodo romántico, permanece intacto en el Castillo de Nohant, que se ha convertido en un museo, y sus jardines en un paseo obligado en la región, que permite conocer extractos de algunos de sus textos, instalados a lo largo de más de seis hectáreas que componen el paisaje natural.

A cargo del Centro Nacional de Monumentos de Francia, el inmueble ha sufrido diversas adecuaciones, sobre todo en materia de electricidad, calefacción y medidas de preservación ante el número de visitantes que recibe al año, pero aun conserva algo del mobiliario y la decoración original de Sand.

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Amandine Aurore Lucie Dupin, mejor conocida como George Sand, o la baronesa Dudevant, fue una famosa autora gala tanto por su prolífica obra como por sus controversiales romances y su estilo de vida poco convencional para una mujer de su época.

Según datos biográficos disponibles, George Sand fue “la voz de la mujer en una época en que la mujer callaba”, y abogó con su prédica y con su ejemplo por el derecho de la mujer a disponer de su cuerpo y de sus sentimientos.

Sand nació en París, el 1 de julio de 1804, hija de un oficial del ejército francés llamado Dupin, que descendía del rey Augusto II de Polonia.

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Educada según las costumbres de la época que le exigían una vida dedicada al cuidado familiar, en 1822 se casa con el heredero del barón Dudevante, matrimonio del que únicamente sobrevivieron sus dos hijos, Maurice y Solange.

El portal “El Poder de la Palabra” divide su vasta obra literaria en cuatro etapas según los temas que orientan sus intereses.

Las novelas del primer periodo (1832-1836), como “Valentine” (1832) y “Lélia” (1833), eran idealistas y románticas y concuerdan con sus primeras experiencias bohemias a lado de Jules Sandeau.

El segundo periodo (1840-1848) se caracteriza por novelas como “Consuelo” (1842), en las que expuso sus ideales socialistas y humanitarios, con los cuales se convirtió en la musa republicana y pugnó por la instauración de un gobierno más liberal.

De regreso a Nohant después de haber militado en la revolución francesa, se refugia permanente en la protección de jóvenes artistas, entre ellos Gustav Flaubert, y continua explorando su apasionado pasado cada noche en sus diarios, publicados después de su muerte, en 1926, junto con una voluminosa correspondencia personal.

El tercer periodo abarca una serie de novelas basadas en la vida campestre entre las que destacan “François el Champi” (1848) y “La pequeña Fadette” (1849).

Cosechados los frutos de la madurez, George Sand, bondadosa y sabia abordó en sus últimas novelas cuestiones sociales de carácter más amplio, consideradas como las mejores de su producción.

Entre estas cabe destacar “El Marqués de Villemer” (1861) y “Jean de la Roche” (1860), “Mademoiselle La Quintinie” (1863) y Laura (1864).

Publicó también una autobiografía, “Histoire de ma vie”, y legó a sus nietos un volumen de cuentos y escritos infantiles.

A pesar de que existen numerosas leyendas sobre sus amantes y sus desprejuiciadas costumbres poco femeninas, lo cierto es que Sand fue una mujer libre, moderna, preocupada por las causas sociales y humanitarias, defensora del feminismo y el sentimentalismo sin las ataduras de los convencionalismos sociales.

George Sand, de quien incluso se dice fue amante del compositor alemán Federico Chopin, falleció en Nohant, el 8 de junio de 1876.