Exhiben lienzos sobre “El coloquio de los perros” de Sofía Gandarias

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Madrid.- En el marco del 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, el Instituto de México presenta en esta capital “El coloquio de los perros”, que reúne 28 lienzos de la artista vasca recién fallecida Sofía Gandarias.

Los 28 lienzos muestran un singular y revelador diálogo entre la obra plástica de Gandarias, quien tuvo gran relación con México y el coloquio del genio cervantino entre Cipión y Berganza.

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Dos retratos de Octavio Paz y Carlos Fuentes completan los contenidos de esta exposición, que estará abierta al público hasta el próximo 20 de junio, pero próximamente podrá verse en el Festival Cervantino de Guanajuato y posiblemente a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“El coloquio de los perros”, enmarcado en la historia de “El casamiento engañoso”, es quizá la más compleja y rica de las Novelas ejemplares (1613), a las que no en balde sirve de conclusión y en cierto modo recapitula, en voz de Francisco Rico, presentador de la muestra y académico de la Real Academia Española.

Para Rico, hacían falta la intuición profunda, la mirada larga y la excepcional capacidad expresiva de Sofía Gandarias para acometer y lograr la primera gran versión plástica de “El Coloquio de los perros”.

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De hecho, tan inquietante retablo de episodios y personajes no había penetrado sino en una medida mínima en el dominio del arte.

Es así que hasta que Sofía Gandarias ha puesto los ojos en él, la trayectoria gráfica de la obra Cervantina apenas cuenta con una pieza de algún valor.

Se trata de los dos finos grabados del holandés Jakob Folkema incluidos primero en una traducción francesa (1713) de las “Novelas ejemplares” y después en la edición del original publicada en El Haya, en 1739, al cuidado de Pedro Pineda, atrabiliario y profesional de la tipografía.

Posteriormente, sólo alguna lámina suelta en tal o cual impresión ha venido a aumentar el parco catálogo visual del relato cervantino.

En “El coloquio de los perros”, desde el rincón del vallisoletano Hospital de la Resurrección, para pacientes de sífilis, Cipión y Berganza, perros, y por perros doblemente cínicos, contemplan un pequeño universo de personajes singulares y extravagantes, costumbres llamativas, ambientes picarescos.

Lo anterior también se da con momentos estilizados, y todo entre la realidad y el ensueño, por el prodigio de los canes parlantes y el fascinador trasfondo de brujería.

En entrevista con Notimex, el político y ensayista español, viudo de Sofía Gandarias, Enrique Barón, explicó que la serie que se presenta ahora fue pintada en 2010 y ella la pensó en función del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.

“Se la debió a un gran amigo que también nos ha dejado, Carlos Fuentes, quien también era un gran conocedor de Cervantes y con quien Sofía habló en su momento de ‘El coloquio de los perros'”, dijo.

Apuntó que en su momento, Sofía empezó a estudiar “El coloquio de los perros”, que es una novela muy breve pero de una rabiosa actualidad, e incluso está escrita con una osadía en el tratamiento de los temas que ahora no se lleva, porque habla de todo, de la corrupción, de sexo, de la autoridad.

Es un texto muy vivo y muy agudo”, resaltó para añadir que Sofía Gandarias, artista vasca, pintaba retablos, que es la manera medieval de pintar e inspirándose en “El coloquio de los perros” construyó un relato visual, casi cinematográfico, y así se concretó esta serie.

Barón, político socialista y quien fue presidente del Parlamento Europeo de 1989 a 1992, aseguró que la pintora Sofía Gandarias era, como lo es él, una enamorada de México y de hecho hay obra suya en ese país en la Cátedra Cortázar en la Universidad de Guadalajara.

Ella debe a México el interés por la obra Cervantina”, aseguró e indicó que tras ver los lienzos, la Embajada de México en España está llevando al cabo los trámites para llevar la exposición al Festival Cervantino de Guanajuato y quizá a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“Sofía estaba siguiendo con pasión no solamente el itinerario español que ha tenido la muestra: Sevilla, Alcalá de Henares, Madrid, sino que deseaba con todo el corazón que fuera México”, aseveró.