Expertos analizan subsuelo de inmuebles de Puebla afectados por sismos

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Foto: Tomada de Internet. Los expertos recurren a tecnologías no invasivas en los estudios preparatorios a la restauración en diversos inmuebles.

Notimex/La Voz de Michoacán

 

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Ciudad de México. Especialistas del Instituto Nacional de Antropología (INAH) analizan el subsuelo del Templo y Ex Convento de Tochimilco, en el estado de Puebla, para determinar las afectaciones ocasionadas por sismos.

Los expertos recurren a tecnologías no invasivas en los estudios preparatorios a la restauración en diversos inmuebles afectados, como el radar de penetración terrestre o georradar y la tomografía de resistividad eléctrica.

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Encabezados por el doctor José Ortega Ramírez, los especialistas las usan, previo a su intervención, en el Templo y Ex Convento de Nuestra Señora de la Asunción, en Tochimilco, Puebla, para conocer las condiciones del subsuelo y cimentación.

El complejo conventual franciscano, uno de los 14 monumentos que comprende la ruta de los “Primeros Monasterios del Siglo XVI en las Laderas del Popocatépetl”, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO, tuvo daños como grietas longitudinales en las bóvedas de la nave principal.

Para restaurarlas se instalará un gran andamiaje y apuntalamientos, cuyo considerable peso será soportado por el piso de la iglesia, por lo que se nos solicitó analizar el subsuelo de ésta”, indicó José Ortega Ramírez, responsable del Laboratorio de Geofísica del INAH.

Además se hace un estudio estructural de la profundidad y espesor de las cimentaciones con el Instituto de Ingeniería de la UNAM, con lo que se podrá reconstruir el inmueble con mayor fortaleza y estabilidad, indicó un comunicado.

Con el georradar, hasta el momento, hemos sondeado el subsuelo del frente de la entrada principal del templo, donde se aprecian anomalías como humedad a dos metros y medio, aproximadamente, lo que puede generar un impacto directo en la cimentación al momento de colocar las pesadas estructuras”, explicó.

En colaboración con el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el equipo del doctor Ortega analiza la resistividad eléctrica del subsuelo, que mide la resistencia que oponen los materiales en el subsuelo al paso de la corriente eléctrica que se le inyecta para conocer la profundidad y espesor de las cimentaciones.

Los ingenieros también buscan determinar si los cimientos no han sido afectados por humedad o si hay alguna corriente de agua subterránea que pudieran estar erosionando la base, lo que provocaría efectos de hundimiento o desplazamientos.

El titular del Laboratorio de Geofísica del INAH precisó que con los resultados de los estudios los responsables de la restauración podrán tomar decisiones para la recuperación del inmueble.