Grupo Los Folkloristas festejan medio siglo de trayectoria

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Ciudad de México.- Con un memorable recorrido musical por la geografía latinoamericana, a partir de piezas representativas de su trayectoria, el grupo Los Folkloristas festejó la víspera en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris cinco décadas de carrera musical.

Vestidos con jorongos e indumentaria típica, José Ávila, único fundador que todavía participa en el grupo; su hijo Diego, Olga Alanís, Enrique Hernández, Omar Valdés, Valeria Rojas y Sergio Ordóñez subieron al escenario entre aplausos y gritos, para iniciar el recital acompañados de una extensa variedad de instrumentos.

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Tras abrir con la cueca boliviana “La San Lorencina”, Enrique Hernández agradeció al público su asistencia y reconoció la labor de los 49 músicos que han dejado huella en la agrupación, quienes les han legado un gran honor y responsabilidad para continuar con su trabajo por generaciones.

“¡Qué hable la música, esta fiesta es de todos!”, exclamó, dando paso a “El canto de la mañana”, una pieza originaria de Venezuela.

La euforia se hizo presente con la interpretación de uno de los temas más representativos de la región andina “Cóndor pasa”, siendo ésta parte del primer repertorio del conjunto en su grabación de 1966, explicó el músico.

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Posteriormente, la música chilena inundó el recinto con “Negro chimeco”, seguido de los ritmos panameños con influencia africana, distinguidos por los tambores, explicó Olga Alanís.

Otro momento importante durante el encuentro fue la ejecución del canto de trabajo “El pilón”, que buscaba, refirió Alanís, hacer más ameno el quehacer de los trabajadores.

En un ambiente ya festivo, Los Folkloristas invitaron a bailar “El Caimán”, de la Huasteca, a personas del público, incluyendo niños, quienes no dudaron en subir al escenario para demostrar sus mejores pasos.

Lo anterior en aras de compartir la “resistencia cultural” histórica de difusión y denuncia de todas las causas de los pueblos que les han enseñado su música, expresaron los músicos.

El concierto continúo con sonidos jocosos de Argentina y dos tradicionales capoeiras brasileñas, género considerado patrimonio universal de la humanidad, representado como una lucha-danza de los esclavos africanos contra los conquistadores que devela el sentir de estos pobladores con el “beat” del tamborinho.

Previo al intermedio, la agrupación reconstruyó el antiguo mundo sonoro mexicano en “Raíz viva”, una pieza ejecutada con instrumentos de origen prehispánico entre los que destacan las flautas zoomorfas y de carrizo, el tambor de agua, raspador yaqui, cinturón de pezuñas de venado y capullos de mariposas, entre otros elementos de percusión.

La segunda parte del encuentro comenzó con dos canciones colombianas y después retornó a México con la denominada “música chiquita” de San Luis Potosí, donde el arpa, el violín y el cascabel fueron los protagonistas.

Anterior a su interpretación, Los Folkloristas reconocieron los valores indígenas como el amor al prójimo y la comunidad, aunado al respeto por la mujer como fuerza de la madre naturaleza y dadora de vida.

En tanto, las voces femeninas de la agrupación ofrecían la pirecua “Rosa de Castilla”, los elementos masculinos se preparaban para regresar a Perú con “La palomita torcasita”.

Un inesperado salto surgió con “Las plenas” de Puerto Rico, un ritmo que cuenta historias como los corridos mexicanos, que se vale de un ritmo jocoso distinguido por el güiro.

A media luz, la alegría michoacana se cobró importancia con “Las nahuas blancas”, de Tierra Caliente.

El momento más solemne de la noche ocurrió con un canto chileno de Víctor Jara, dedicado a los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal rural “Isidro Burgos”, en Ayotzinapa.

El festejo continuó con la interpretación de “Tierra mestiza”, uno de sus éxitos más conocidos que prolongó la ovación prolongada del público.

Finalmente, con el folklor peruano de “El mayoral” y el son michoacano “La renca” el espectáculo avecinaba el final, no sin antes agradecer en voz de Diego Ávila a cado uno de los que conforman el equipo de Los Folkloristas, especialmente a su padre, quien fue ovacionado por más de un minuto.

Para concluir, y a petición del público, la agrupación interpretó tres temas más, “El coco mortuario” veracruzano, “La paloma”, original de Quilapayún y un canto cubano a capella.