La música es la mejor diplomacia, no hay otro idioma: Marcus Miller

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Cancún, Quintana Roo. La música es la mejor diplomacia, no se necesita saber otro idioma, al final de un concierto sabes que has tenido una buena comunicación en cualquier parte del mundo, afirmó el músico de jazz Marcus Miller (Brooklyn, Estados Unidos, 1959).

En encuentro con representantes de los medios previo a su concierto de esta noche en el festival Oasis Jazz U, el bajista neoyorkino nacido en 1959 subrayó que la música da la posibilidad de comunicarse en cualquier lugar, mientras que las palabras pueden ser peligrosas.

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Al respecto, aseguró que el jazz es una música muy democrática, porque en una banda, sobre un escenario no importa de dónde viene cada uno, si es africano, asiático o americano, mientras toque bien y sea una buena persona; es un buen modelo para el mundo, dijo.

En ese sentido, indicó que uno de los tres deseos que se le concedieran es que los niños sean introducidos en la música a muy temprana edad, porque este arte transforma a las personas, las hace mejores, y en ese sentido le gustaría tocar música todo el tiempo que pueda, porque asegura amar lo que hace.

Otro de sus deseos es la seguridad de su familia y su salud, así como “tener cinco deseos más”, dijo para enseguida soltar la risa.

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Al voltear hacia el pasado, Miller recordó que en los años 80 grabó media docena de discos como parte de la banda de Miles Davis, producciones que a veces quisiera no escuchar pero por alguna razón u aunque le suenan muy de esa época, sigue descubriendo algo en ellos, los sigue disfrutando.

Recordó que Davis, una de las grandes figuras de la historia del jazz, era muy tímido, hasta el punto de que cuando estaban en un concierto multitudinario, prefería no voltear hacia la audiencia sino hacia su banda, que eran como su familia.

Miles, continuó Miller, amaba a sus músicos, “estaba realmente interesado y preocupado por sus vidas”; la gente dice que era huraño, gruñón, pero a Marcus le hablaba por teléfono para saber cómo estaban, a él le marcó minutos antes de su boda para tranquilizarlo, recordó.

Les tenía respeto y les daba respaldo, y eso mismo es lo que Miller trata de hacer cuando está en un escenario, con sus músicos, que se sientan a gusto, que si cometen un error en el inicio de un concierto no se sientan mal, nadie es perfecto. Incluso, confesó, él a veces comete uno a propósito para relajarlos, porque así se toca mejor.

Informó que en alrededor de un mes y medio entrará al estudio para grabar un nuevo álbum, que se sumará a los casi 30 que tiene hechos, entre propios, como parte de una banda o colaboraciones.

El ganador de dos premios Grammy aclaró que quiere hacer algo alegre, “funky”, pasar un buen tiempo, al referir que su anterior CD fue “Afrodeezia” (2015), que intenta mostrar a la gente la conexión entre la historia musical de África, Sudámérica, Centroamérica, el Caribe y Estados Unidos.

Puntualizó que una de las cosas bellas de la música es que no se es demasiado viejo para seguir en ella, intentar cosas, y recordó a Wayne Shorter, Herbie Hancock, Stanley Clarke, que a edades muy adulta siguieron haciendo gran música.

Aseguró que se siente muy feliz de ser músico, si bien una de las cosas difíciles es tener ya un largo camino recorrido y no querer repetirse, buscar algo nuevo, y en su caso para lograrlo se pone en diferentes situaciones, como escribir sobre un piano y en un lugar diferente.

Aceptó que para él lo anterior es fácil porque viaja mucho, a África, Sudámerica, Centroamérica y su país. Acaba de estar el mes pasado en La Habana, Cuba, con grandes músicos, y todo eso le inspira nuevas cosas, simplemente hay que tener los ojos y los oídos abiertos.

Marcus Miller dijo orgulloso haber tocado prácticamente con quienes ha querido, cuando era joven no podía esperar a tocar con George Benson o Herbie Hancock, y con Miles Davies ni siquiera vislumbraba la posibilidad, porque éste se retiró por cinco años, pero cuando regresó a la acción estuvo en su banda.

Reconoció que David Sanborn fue muy importante para él como músico, e indicó que en el futuro quisiera hacer algo con Stevie Wonder, a quien llamó un magnífico músico.

Respecto a los consejos que le podría dar a los jóvenes músicos es que mantengan los ojos y oídos abiertos, escuchen todo, y si oyen el canto de un ave, intenten reproducirla con un instrumento.

Que como adolescentes no se preocupen por el dinero, tomen las oportunidades que se les presenten, intenten cosas, y cuando sean adultos pongan atención en el negocio, el dinero, abundó al mencionar que antes se sabía que un músico era bueno por lo que había dejado en un álbum, hoy por los seguidores que tiene en redes sociales.

Por eso, los jóvenes deben tomar sus decisiones, las oportunidades, porque con ello construirán un camino para ser un gran músico, subrayó Miller.