"Latidos" despierta una lluvia de emociones

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Ciudad de México.- La noche de este martes hirvió la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes con el estreno de la pieza “Latidos” que sobre el escenario representa la incertidumbre que siente alguien cuando un ser querido ha marcado su vida y está al borde de la muerte. El público, receptivo, vivió una montaña rusa de emociones.

En esta coreografía se ven momentos de mucha confusión y de claridad, pues cuando se contempla la vida con honestidad, se puede ver que uno experimenta un estado constante de suspenso y ambigüedad.

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Así lo aseveró Cecilia Appleton, conductora de la compañía Contradanza, antes del lanzamiento dentro de la Temporada de Danza en el Palacio 2016.

En la primera parte de la coreografía se muestra una continua y desconcertante oscilación entre claridad y confusión, perplejidad y revelación, y la certidumbre y la incertidumbre. Aquí, la sabiduría y la confusión surgen de manera simultánea.

Para la maestra era muy importante pensar en lo temporal y contemplar más a fondo la naturaleza del ser humano.

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Durante la segunda parte de la pieza, la coreógrafa muestra, desde su ficción, cómo el ser querido que muere trasciende a otro plano. Ante la incertidumbre de la muerte y frente a la confusión, la coreografía sigue de manera puntual muchas de las ideas tibetanas que estudian los diferentes momentos de la muerte, hasta llegar a la luz el ser que trasciende.

“Latidos” es una obra que maneja una sabiduría de mucho tiempo. La intuición, eso que viene de la mente, del subconsciente y de lo que se ha recibido como ser espiritual, está presente en la obra donde los bailarines no improvisan, sino que profundizan y todos se conectan con lo que el público tiene en su mente, en su corazón, y en su conciencia real.

El bailarín Yseye Appleton interpreta un personaje que enfrenta la lucha por la muerte. Es una historia que habla en parte de su abuelo, con situaciones que le pueden tocar, pero el personaje que hace es neutro y no puede ser tan melodramático, aunque de pronto tiene una explosión ante una imagen muy fuerte. Fue difícil trabajar y mantener al personaje, dice.

“Latidos” cuenta con la música original de Eduardo González, quien estuvo de acuerdo con la coreógrafa en la visión de lo que significa la muerte. Musicalmente fue muy claro en no hacer algo que apoyara una idea de tragedia, sino de lo luminosa que también es la muerte.

En el duelo por el que pasamos todos siempre hay una sensación de liberación.

Actualmente, Contradanza es unas de las compañías más representativas de la Ciudad de México. A lo largo de 33 años ha consolidado su lenguaje dancístico con una enérgica estética particular, basada en la experimentación del movimiento, e integra en sus obras a bailarines de distintas edades a fin de diversificar la expresión del lenguaje corporal.

A lo largo de su existencia, la compañía de danza ha realizado obras con temática social, intimista, erótica y de carácter onírico.

Sus coreografías se han distinguido por la fineza de sus trazos, la sensualidad del movimiento expresivo y el interés de acentuar en la escena una propuesta visual a partir de la danza, la iluminación, el video y la multimedia.

No hace mucho tiempo, en una emotiva ceremonia en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, entregó la Medalla Bellas Artes a la bailarina, coreógrafa y docente Cecilia Appleton, directora de la compañía de danza independiente Contradanza.

La máxima distinción que da la institución fue entregada a Appleton en reconocimiento a su contribución al engrandecimiento del arte en México.

Sus aportaciones a la docencia, a la creación y la búsqueda de nuevos lenguajes corporales enriquecen al país, y al mundo de la danza y al público, ese público que hoy le reconoció y le aplaudió frenéticamente.