"México, vital en estudio del Camino Real de Tierra Adentro"

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Ciudad de México.- Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han logrado reconocer diversos tramos del itinerario cultural y descubrir un rodezno en un molino jesuita en el Camino Real de Tierra Adentro, a su paso por el Estado de México.

Josefina Gasca, especialista en arqueología histórica, lo explicó durante su participación en el Primer Coloquio sobre Movilidad. Camino Real de Tierra Adentro: perspectivas y oportunidades, desarrollado en el Museo Nacional del Virreinato.

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Allí, expuso que el Estado de México conserva testimonios relevantes de dicho camino, dado que conserva el 80 por ciento de su empedrado, lo que ha permitido el reconocimiento de sitios como el Ex Colegio Noviciado de San Francisco Javier.

También, los puentes de Atongo y Aculco, además del tramo entre Aculco hacia Polotitlán, como parte de este histórico recorrido que forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial, que partía del centro de México y llegaba hasta Nuevo México, en Estados Unidos.

La arqueóloga recordó que en la época colonial, Tepotzotlán tenía una ubicación estratégica al estar enlazada con otros trayectos —además del Camino Real— que conectaban las diferentes propiedades que pertenecían a los jesuitas.

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Para los arqueólogos, expuso, los caminos son indicadores de formas de organización territorial y elementos importantes de la estructura material del territorio; son uno de los factores principales del patrón de los asentamientos.

La investigación, comenzada hace 10 años, determinó que en la mayor parte del itinerario correspondiente al territorio mexiquense, el ancho del también llamado Camino de la Plata va de seis a 25 metros, mientras que un tramo, de aproximadamente un kilómetro, ubicado en el estado de Hidalgo, es de 40, lo que da una idea de cómo se fue adecuando esta vía, según las necesidades de transportación, ya sea de carga o de pasajeros.

En su oportunidad, el arquitecto Ricardo Peza expuso un descubrimiento en territorio mexiquense relacionado con el Camino Real de Tierra Adentro: el de un rodezno (rueda hidráulica con paletas curvas y eje vertical) en el molino ubicado en los terrenos adyacentes del MNV.

Es el primer rodezno que se localiza in situ en un molino harinero; se trata de una turbina rústica que data del siglo XVIII, la cual hacía funcionar a este mecanismo en la producción de harina de trigo.

La rueda de madera con cinchos de metal, detalló, era impulsada por la fuerza del agua, lo que generaba el movimiento de las muelas (piedras engranes) que al girar trituraban dicho cereal. Estaban unidas por un eje simple de madera y posiblemente cubiertas con algún tipo de aleación.

El investigador del Museo Nacional del Virreinato mencionó que estudios anteriores sobre tales mecanismos, refieren que este tipo de molienda era muy rústico, sin embargo, los que implementaron los jesuitas fueron elementos de tecnología avanzada para ese momento.

El molino, detalló, contaba con un torno cernidor, que consistía en una especie de gabinete con un cedazo interior y un tambor de tela que al girar separaba en cajones la harina fina, la media y el salvado.

También tenía elevadores de cajillones, un sistema de elevación hecho con correas de cuero y madera que transportaba la harina de la sala de molienda, un nivel abajo, a la de cernido.

Actualmente, dijo, la pieza está en proceso de consolidación y restauración por parte de maestros y estudiantes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH.