Muralla China es Patrimonio de la Humanidad desde 1987

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Beijing. Llegó a la mítica Gran Muralla China con la ansiedad de conocer una mínima parte de esta monumental construcción que llegó a tener más de 21 mil kilómetros de extensión, y que es Patrimonio de la Humanidad por Unesco desde 1987.

Los letreros camineros en chino e inglés respecto que estamos a unos cuantos kilómetros de esta monumental obra humana, la única que es visible desde el espacio, según reza el mito, acrecientan los deseos de llegar a la muralla y recorrerla por un par de horas.

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El camino entre montañas verdes contribuye a relajar la vista tras dejar atrás Beijing, congestionada capital china que se caracteriza por un incesante tráfico de automóviles y también de mucha gente en motocicletas y bicicletas, estas últimas por carriles especiales en todas las calles principales.

De improviso uno de los pasajeros del minibús, todos chilenos que se encuentran en China con motivo de la visita de la presidenta Michelle Bachelet a esta nación, grita que la muralla, una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, ya está al alcance de nuestra vista.

Impacta ver esta construcción, a varios kilómetros de distancia, que se alza majestuosa en una de las montañas del condado de Changping, distante unos 60 kilómetros de la capital china.

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Se trata del Paso Juyong (“paso del norte”), uno de los tres mayores de la Gran Muralla China junto a los de Jiayuguan y Shanhaiguan, que se ubica en la zona de Badaling y que tenía por misión defender a Pekín de un eventual ataque.

Este paso fue construido por la dinastía Ming (1368-1644) y, desde un punto de vista estratégico, era muy importante porque conecta el interior del país con la zona cercana a la frontera norte de China.

Tras realizar la correspondiente fila para comprar la entrada en 40 yuanes (unos 5.6 dólares), junto a decenas de chinos de avanzada edad que visitan por primera vez el lugar, y adquirir una botella de agua, vital debido para soportar el intenso calor, comienza la aventura de caminar hacia la muralla.

La primera decisión resulta vital: Tenemos tiempo limitado y debemos escoger el camino de la derecha o el de la izquierda. Algunos eligen el trayecto que se ve más largo y complicado, el de la izquierda, con muchos escalones empinados sobre una montaña, pero a los minutos desisten.