Organilleros, personajes que mantienen vivo un oficio de tradición

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Ciudad de México.- Catalogados como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, los organilleros mantienen viva una tradición que se ha transmitido de generación en generación y que se ha insertado en la cultura popular como un oficio que apela a la memoria a través de la música.

Desde finales del siglo XIX los organilleros han mantenido su andar por las calles de la ciudad, cargando su caja de música y transmitiendo este oficio a nuevas generaciones, quienes han decidido continuar esta práctica por convicción y no por necesidad.

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En entrevista con Notimex, Luis Román Dichi Lara, secretario General de la Unión de Organilleros de México, comentó que él inicio hace 28 años por necesidad económica, pero con el paso del tiempo le empezó a tomar un gran cariño.

“Era auxiliar contable y cambie este oficio por el de organillero, ahora tengo dos hijos que saben tocar y lo hacen por gusto porque tienen otras actividades”, expresó Dichi Lara, quien porta con orgullo su uniforme y carga el instrumento de más de 30 kilogramos.

“Soy la cuarta generación, aunque este oficio lo tomé por mi familia política, pero en la actualidad los jóvenes lo toman por interés y no por necesidad como muchos lo hicimos, tienen interés por conservar la tradición”, precisó.

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Todos los días Luis Román camina de 5 a 8 kilómetros, a veces se queda en un semáforo dos o tres horas, a veces todo el día, “pero en ocasiones nos toca agarrar ruta, la mía va de la primera unidad de Aragón a toda la zona”, explicó.

Entre los temas más solicitados, aseguró, están “Las Mañanitas” y entre las anécdotas que recuerda está cuando recibió como un centenario como cooperación.

“Llevaba como dos horas trabajando y me dieron un centenario, fui directo con un amigo y dijo que me lo había robado, lo cual no era cierto. Fui al banco a cambiarlo y me dieron 3 mil 600 pesos, con eso pague algunas deudas y me compre una televisión”.

Sobre la Unión de Organilleros de la Ciudad de México, de la cual es el secretario general, indicó que actualmente cuenta con 278 socios y 120 instrumentos registrados.

Entre las funciones de la Unión está garantizar que los organilleros puedan ejercer el oficio de manera libre sin que sean molestados, para ello se tramitan licencias del gobierno de la Ciudad de México.

“La mayoría de mis compañeros rentan los organillos, hay algunos que tienen dos o tres y los rentan para ayudarse económicamente y para dar el manenimiento que requieren los instrumentos”, detalló.

Desde 2015 el oficio de organillero está catalogado como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, y ahora se trabaja para que el reconocimiento sea a nivel nacional y ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Los organilleros forman parte de una tradición popular lo mismo se ha plasmado en películas mexicanas como “El escapulario” (1968), dirigida por Servando González, que en el famoso tema “El organillero”, de Javier Solís: “Ya se va el organillero/nadie sabe dónde va/donde guarda su canción/Pobrecito organillero”.