Pabellón holandés será legado a Colombia en Feria del Libro

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Bogotá.- El pabellón de Holanda, país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), busca que sus visitantes experimenten el diseño, la literatura y toda la cultura holandesa, tras lo cual quedará como legado para los colombianos.

La firma MVRDV, en colaboración con diseñadora Irma Boom, busca romper esquemas en el concepto de temporalidad en la elaboración de los pabellones y crear un legado para FILBo que pudiese aportar un valor agregado para Bogotá.

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Con el fin de darle continuidad en el tiempo y promover la educación y la literatura en la ciudad, el pabellón fue construido con unas mil cajas de madera diseñadas con vivos colores exclusivamente para la feria, las cuales pueden ser fácilmente desmontadas y ensambladas nuevamente en un sinnúmero de combinaciones.

Contando con este atributo, una vez que haya terminado la feria, las estructuras del pabellón serán distribuidas en Bogotá con el fin de proporcionarle a la ciudad espacios de lectura y esparcimiento, beneficiando a varias localidades de la ciudad.

Estas cajas, diseñadas con distintas temáticas, personifican el método de diseño holandés de funcionalidad combinada con simple economía y adaptabilidad, así como parámetros de sostenibilidad de los holandeses.

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“Nuestro diseño es el de un pueblo, accesible y democrático para todos, ejecutado con el mejor espíritu holandés, y divertido”, afirmó el socio fundador de MVRDV, Jacob van Rijs.

Agregó que “es importante resaltar el aspecto de feria comercial. En vez de destruir un pabellón que ha costado dinero luego de poco tiempo, quisimos que este fuese reutilizado, dándole larga vida y valor agregado para la ciudad.”

Con el fin de afianzar “la unión entre los dos países, y en línea con la cultura colaborativa holandesa, MVRDV compartió su conocimiento y trabajó de la mano con artesanos colombianos para dar vida al mobiliario que estará en el pabellón, siguiendo los lineamientos del diseño de Irma Boom”.

El pabellón es una muestra de todo lo que se considera holandés, el paisaje, una sociedad igualitaria que busca el consenso, el acercamiento al diseño, la sostenibilidad, la historia y la ambición.

La gama de colores marca cada espacio con sus propios tapetes y mobiliario, de tal suerte que podamos recordar a Curaçao, la isla en el caribe del Reino de los Países Bajos, reconocida por su icónica estética híbrida.

En su interior se presentan obras visuales de cartografía contraponiendo Bogotá con Ámsterdam, poesía de varios escritores holandeses y la histórica figura de Ana Frank, quien en sus primeros años de vida se mudó con su familia a la capital holandesa debido a los negocios de su padre Otto Frank.

El diseño holandés se evidencia con la exposición de miniaturas de diseño y mobiliario impresas en 3D y los visitantes encuentran igualmente un punto de turismo, exhibición de la literatura holandesa moderna y diseño de libros.