Recuerdan al escritor suizo Max Frisch

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Ciudad de México.- A 25 años de su deceso, ocurrido el 4 de abril 1991, el escritor y dramaturgo suizo Max Rudolf Frisch es recordado por su legado literario que se distingue por plasmar ideas de los dilemas morales de la vida del siglo XX.

 

PUBLICIDAD

El novelista nació el 15 de mayo de 1911, en Zurich, Suiza; es hijo del arquitecto Franz Bruno Frisch y Karolina Bettina Wildermut, quienes vinieron a menos en su economía debido a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

 

Según datos de la Enciclopedia de Biografías Mundiales, estudiaba la secundaria cuando el autor empezó a escribir sus obras de teatro, aunque no tuvo éxito. En dicha época conoció y se convirtió en amigo del curador Werner Coninx.

PUBLICIDAD

 

En los años 30 ingresó a la Universidad de Zurich para estudiar Literatura y lingüística alemana pero desertó para luego ingresar a la carrera de Arquitectura.

 

Después de la muerte de su padre en 1932, empezó a trabajar como corresponsal en el periódico Neue Zürcher Zeitung (NZZ), uno de los más importantes en Suiza por aquella época, agrega por su parte la Enciclopedia Británica.

 

En 1937, el novelista en ciernes realizó la lectura de “Enrique el verde”, de Gottfried Keller, que le cambió la mentalidad y lo hizo reflexionar sobre ¿Por qué la gente fracasa en la vida?.

 

La información que sobre él publica la página especializada, Biografiasyvidas.com, señala que otros de los trabajos de la multidisciplinaria carrera del autor fueron su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial, posteriormente trabajó en la arquitectura por un tiempo, para después abandonarla y dedicarse de tiempo completo a las letras.

 

Las primeras novelas que publicó fueron; “No soy Stiller”, en 1954; “Homo Faber”, 1957; “Un desierto de los espejos”, 1964. Otras creaciones importantes en su haber fueron “Los difíciles”, en 1943; “El viaje a pekín”, en 1945; “Ahora vuelven a cantar”, del mismo año, y su novela “Santa Cruz”, en 1947, que marcó el eje temático de sus siguientes obras.

 

El novelista distinguió su carrera por abordar temas difíciles, como la complicada situación del individualismo, dramas morales; problemas bélicos ligados al sentimentalismo, una sociedad dividida por escépticos, conservadores y liberales, agrega la Enciclopedia Británica.

 

Los siguientes dramas escénicos que publicó fueron “Cuando acabó la guerra”, en 1949; “Graf Oderland”, de 1951; “El amor de geometría”, de 1953; “El fuego raisers”, de 1958; que siguen el eje de melodramas históricos.

 

Es el caso de “Andorra” y “Biografía”, libros que escribió en los años 60 y que abordan temas sobre la culpa colectiva y las limitaciones de las relaciones sociales.

 

Algunos de los reconocimientos que recibió a lo largo de su trayectoria literaria fueron el Premio Conrad Ferdinand Meyer 1938, el de la Fundación Schilller 1940, el Wilhelm Raabe 1954, el Georg Büchner y el Literario de Zurich en 1958.

 

También destacan su doctorado Honoris Causa por la Universidad de Marburg 1962, los premio Jerusalén para la libertad del individuo en la sociedad 1965, de honor literario del Cantón, 1979, y el Premio Internacional de Literatura de la Universidad de Oklahoma.

 

Durante algunos años escribió y publicó dos diarios autobiográficos el primero abarcaba de 1946-1949 publicado en 1950, y el segundo de 1966-1971 el cual vio la luz en 1972, según datos de la Enciclopedia de Biografías Mundiales.

 

Frisch murió a los 79 años, a consecuencia de un cáncer, el 4 de abril de 1991.