Rubén Darío, el poeta más influyente de las letras hispanas

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Foto: Agencias. Este año, en el 151 aniversario de su natalicio, el gobierno de Nicaragua creó la Jornada Dariana 2018.

Notimex / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. El poeta nicaragüense Rubén Darío fue el gran exponente de la literatura modernista, con poemas como “Azul” y “El canto errante”, en los que mostró una gran destreza tanto en la técnica como en su musicalidad, de ahí que fuera quien mayor influencia tuvo en la poesía del siglo XX.

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Este año, en el 151 aniversario de su natalicio, el gobierno de Nicaragua creó la Jornada Dariana 2018, que inició en enero y durará todo el año, e incluirá exposiciones, publicaciones, recitales, entre otros, según informó el sitio electrónico de Telesur.

Darío nació el 18 de enero de 1867, en Nicaragua, bajo el nombre de Félix Rubén García Sarmiento, quien alguna vez expresó que quizá el sobre nombre de Darío pudo derivar de un abuelo suyo.

En su autobiografía relató que sus padres se casaron por conveniencia y se separaron a los pocos meses, dejándolo al cuidado de sus tíos Bernarda Sarmiento y el coronel Félix Ramírez.

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Gracias a ellos, tuvo sus primeros acercamientos a la cultura, ya que en la noche organizaban tertulias, con la intelectualidad de la época.

Comenzó a leer a los tres años y una década después ya era un poeta conocido, por lo que sus estudios con los jesuitas fueron una mera formalidad, así lo destaca el sitio "Biografías y Vidas".

A los 14 años, cuentan, comenzó a trabajar en diferentes periódicos de Nicaragua, y un año después viajó a El Salvador, donde al poeta Francisco Gavidia, junto a quien comenzó a adaptar el verso alejandrino francés a la métrica castellana.

Vivió lejos de la opulencia burguesa a la cual aspiraba, para vestir de forma elegante, así como a la altura de su círculo social, llegó a alimentarse de pescado y cerveza, destaca la biografía que de él publica el Instituto Cervantes.

En 1887 publicó su primer libro de poemas, gracias al escritor Pedro Balmaceda Toro, quien lo animó a presentarse en diferentes certámenes; al año siguiente escribió el punto de partida del modernismo, “Azul”, publicación que le permitió ser corresponsal del periódico La Nación.