Van al rescate del cacao las artesanas mexicanas

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Foto: El Universal. Noemi Córdoba, Ofelia Pérez y Estela Lázaro en la Cocina tradicional en la hacienda tabasqueña La Campesina.

El Universal/La Voz de Michoacán

Ciudad de México. El anís, pimienta, achiote y canela se mezclan en el metate, conforme se muelen; el olor a cacao impregna la cocina tradicional de Estela Lázaro en la hacienda tabasqueña La Campesina. Aquí explotan todas las maneras de hacer y preparar el cacao en su forma más pura, conservando el trabajo artesanal y llevándolo a nivel internacional con envíos a Bélgica, Berlín e Italia.

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Por el amor que Estela tiene hacia el campo y los productos de la tierra surgió la idea de ponerle ese nombre a la hacienda. "Además de mi papá, me inspiró mi abuelito paterno que de alguna manera me inculcó el cariño con el que trabajan en mi familia", comenta.

Desde hace cinco años formó un grupo con aproximadamente 10 mujeres que reciben el nombre de Embajadoras del Cacao porque lo siembran y lo convierten en chocolate en barra, en polvo, dulce y en otros derivados. Además de exportar cacao al mundo, la hacienda recibió el distintivo G por parte del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) por ser un establecimiento adaptado a las necesidades de personas de la tercera edad.

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Para obtenerlo, Las Embajadoras del Cacao tomaron talleres con capacitadores del instituto, y aseguran que ese aprendizaje también les sirvió para fortalecer su autoestima. "Aprendí que los adultos mayores son personas trabajadoras que no se rinden", cuenta Noemi Córdoba, quien trabaja en La Campesina desde hace tres años.

Con el trabajo que Estela nos da hemos seguido adelante y no estamos estancadas en la casa o sin hacer nada. Estoy encantadísima porque fomentamos nuestras tradiciones", agrega. Al principio fue difícil levantar el proyecto porque al ser mujeres, la gente decía que no iban a poder con eso. "Encontré que ellas sí querían trabajar y formé un equipo que ha estado en las buenas y en las malas", dice Estela.

En México, sólo 11 de cada 100 mujeres se dedica a la agricultura, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Su estudio más reciente indica que en Tabasco 43% de las mujeres realiza actividades relacionadas con el comercio, en contraste con el porcentaje (57%) que ocupan los hombres que en el estado se dedican al mismo rubro.

Cada una tiene tareas definidas, Estela se dedica más a la producción, mientras que otras decoran y envuelven los dulces de cacao, cocinan o atienden a los visitantes de la hacienda. Ofelia Pérez forma parte del grupo desde hace cinco años. Asegura que gracias a los talleres aprendió a valorarse.

Su marido la motivaba a salir y a hacer distintas actividades pero ella se mostraba indiferente. "Era una persona que no sabía lo que valía y lo importante que soy. Cuando empecé a venir [a la hacienda], regresaba a mi casa con alegría. Hasta me decía mi esposo que iba cambiando", recuerda.

Ofelia creció sin sus padres y fue criada por sus abuelos, asegura que siempre sintió un vacío en su vida pero al formar parte de Las Embajadoras del Cacao cambió su actitud porque, dice, al estar todas en la hacienda se hacen compañía y se apoyan como hermanas.

El grupo está conformado por mujeres porque la mayoría son descendientes de productores de cacao quienes se dedicaron a esto hace muchos años, al igual que el padre y el abuelo de Estela.

"Queremos continuar con la tradición cacaotera y que así nuestros hijos, quienes también colaboran con nosotros, conserven esta cultura de mantener los frutos de la tierra", añade Estela.