Porteros, para la eternidad

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Ciudad de México.- La posición más ingrata en el campo de futbol es sin duda la del arquero, el único jugador que se la pasa recibiendo trallazos de sus rivales, que tiene que azotar en el suelo varias veces durante el juego, que se debe aguantar el folklórico grito de “puto” en cada despeje y además es el único que, no obstante todas las grandes atajadas que logre y cuántas veces salve su marco, si comete un error siempre va al marcador y lo convierte automáticamente en villano.

Ser portero no es para cualquiera, se requiere de sacrificio, técnica, concentración y un grado de locura especial que te invita a jugar otro juego dentro del deporte más popular del mundo, vamos, su principal herramienta son las manos en un deporte que desde el nombre se juega con los pies. “Los arqueros estamos locos”, dice algún poeta de los tres palos. El portero se viste diferente, se para diferente, ve todo el campo a la vez y debe llevar la voz cantante en la cancha, pues nadie más ve con la perspectiva que se tiene desde el arco.

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El futbol ha visto pasar a grandísimos arqueros como: Campos, Dino Zoff, Lev Yashin, Michel Preud’homme, Huiguita, Walter Zenga, Miguel Marín, Edwin Van Der Sar, Oliver Khan, Casillas, Ochoa, Taffarel, Peter Shilton, Bodo Ilgner, Sergio Goycochea y el que para mi gusto es el mejor de todos los tiempos: Gianluigi Buffon, entre otros; sin embargo, se decidió que el día internacional del arquero se celebre cada 14 de abril en honor a un colombiano de corazón mexica, Miguel Calero, quien enalteció la profesión y partió de este plano terrenal en el 2013.


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