Maricruz Ríos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La generación de empleo en Michoacán registra una contracción en el número de personas aceptadas en la nómina laboral de un 22.3 por ciento durante el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo del ciclo anual pasado. Lo anterior se debe a un “limitado crecimiento económico en los primeros tres meses de 2018, así como una ausencia en el capital destinado para potenciar la producción en el estado”. Esta situación la dio a conocer el coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), Heliodoro Gil Corona, quien recordó que durante los primeros tres meses del año en curso la entidad registró una caída del 22.3 por ciento por el concepto de generación de empleo con respecto al mismo periodo del año pasado. Es decir, bajó de 12 mil 455 a 9 mil 676 puestos laborales en el tiempo citado. Por lo que destacó que la generación de empleo en Michoacán es estructural: “En la entidad se generan pocos puestos laborales, por lo tanto se incrementa el número de personas que participan dentro de la informalidad laboral: En ambos casos los trabajadores perciben una precariedad en la calidad del trabajo, en donde se subraya las bajas remuneraciones salariales”, apuntó Heliodoro Gil Corona. En este sentido señaló que lo anterior no es otra cosa que la ausencia de cadenas de producción industrial coordinadas a la economía del conocimiento en la era digital. Un sector empresarial con miras cortas, así como un gobierno que perdió su papel como potenciador de estrategias para incrementar la producción en el estado. Lo que se traduce en que las oportunidades de empleo de los michoacanos son pocas, mientras que la pequeña bolsa de trabajo disponible tienen remuneraciones salariales bajas. Para dar continuidad con el desglose de datos con relación al número de empleos generados durante los primeros tres meses del año, Heliodoro Gil Corona compartió que de los más de 9 mil empleos generados en el tiempo citado el 45.5 por ciento corresponde a trabajo permanentes, mientras que el 50.8 por ciento restante corresponde a trabajos temporales en inmediaciones urbanas o del campo.
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