Caída del PIB en países exportadores de materias primas: FMI

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó hoy una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de un punto porcentual anual en el periodo 2015-2017 en los países exportadores de materiales primas frente al periodo 2012-2014.

Los países exportadores de energía resentirán un impacto mayor en el crecimiento del PIB, equivalente a 2.75 puntos porcentuales en promedio, concluyó el FMI en los Capítulos Analíticos de sus Perspectivas Económica Mundiales (WEO), en vísperas de su reunión de otoño en Lima, Perú.

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“Las economías exportadoras de materias primas se encuentran en una coyuntura difícil (...) el descenso del crecimiento potencial significa que la respuesta en materia de políticas debería ir más allá de la toma de medidas en el lado de la demanda, y debería incluir reformas estructurales”, sostuvo.

Los precios mundiales de las materias primas han disminuido en los últimos tres años y el crecimiento del producto se ha desacelerado entre las economías de mercados emergentes y en desarrollo exportadoras de materias primas, indicó.

No obstante, el fondo aclaró que las mejoras de los marcos de política macroeconómica de la última década han permitido a los exportadores estar en mejores condiciones para hacer frente a una caída de precios de las materias primas.

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“El gasto público reaccionó en menor grado al más reciente auge de precios de las materias primas, lo cual permitió que el ahorro fiscal derivado de los ingresos fiscales provenientes de las materias primas esta vez sea mayor que en anteriores episodios de auge”, observó.

Asimismo, señaló el impacto positivo de la profundidad del mercado financiero y la flexibilidad del tipo de cambio, que en desaceleraciones pasadas también estuvieron vinculadas a una reducción más pequeña del crecimiento del PIB.

El FMI no detalló el impacto en regiones o países individuales, toda vez que el desglose específico será dado a conocer durante la divulgación del Capítulo 1 del WEO en Lima, el próximo 7 de octubre.

El informe advirtió que la desaceleración no es un mero fenómeno cíclico ya que tiene también un componente estructural: La inversión, y por consiguiente el producto potencial, tiende a crecer a un ritmo más lento en los países exportadores durante las caídas de precios de las materias primas.

“La flexibilidad del tipo de cambio —que ha aumentado en los países exportadores de materias primas durante la última década—, puede ayudar a atenuar el impacto del descenso de precios de las materias primas”, sostuvo el reporte.

Al mismo tiempo, el FMI acotó que la disminución de los ingresos fiscales provenientes de las materias primas y del menor crecimiento potencial limitan el margen disponible para contrarrestar la desaceleración con la política fiscal.

Para llegar a sus conclusiones sobre el impacto de la caída en los precios de las materias primas, el FMI analizó datos de 40 economías exportadoras a lo largo de cinco décadas.

En su estimación, alrededor de dos tercios de la disminución del crecimiento del producto en los países exportadores de petróleo durante una caída de precios de las materias primas suele corresponder al componente cíclico del crecimiento.

El tercio restante tiende a ser atribuible al componente estructural, y es consecuencia de la reducción de la inversión y el producto potencial, de acuerdo con su evaluación empírica.

En conclusión, el FMI sostuvo que las autoridades tienen que ser realistas acerca del crecimiento potencial en las economías exportadoras de materias primas.

“Las políticas de apoyo a la demanda podrían ayudar a evitar una subutilización de los recursos, que sería costosa, pero la merma de los ingresos fiscales derivados de las materias primas y las depreciaciones de la moneda —y su traspaso a la inflación— a menudo limitan el margen para la aplicación de políticas macroeconómicas más expansivas”, reconoció.

Recomendó no sólo medidas enfocadas en la demanda agregada, sino reformas estructurales para aliviar los “restrictivos estrangulamientos” en el lado de la oferta e incentivar el crecimiento de la productividad en las economías exportadoras de materias primas.