Jóvenes no controlan sus gastos

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Foto: Agencias. Este martes la totalidad de trabajadores y trabajadoras recibieron el pago de la citada prestación.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. Pamela abandona la tienda de conveniencia con un “cartón” de cerveza entre las manos y una sonrisa entre los dientes. Su grupo de amigos, otras tres personas con más cervezas y botanas bajo el brazo, parecen presentir el cuestionamiento y optan por tomar algunos metros de distancia.

Quizá por la distracción o por el momento de euforia, la joven accede a una rápida entrevista donde reconoce que cada fin de semana la rutina se repite: tras una “larga semana de trabajo” una salida con los amigos y “unos tragos coquetos” suelen ser, a su forma de ver, el mejor descanso y aliciente para el siguiente lunes.

El de Pamela no es un caso aislado, sino todo lo contrario, una realidad recurrente que ha permeado en los jóvenes de la capital michoacana y de prácticamente todo el país, quienes, según datos del INEGI, gastan la tercera parte de su sueldo en alimentos, bebidas y tabaco.

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Y es que con el dinero devengado con sus primeros trabajos, los jóvenes encuentran una válvula de escape en la que comienzan a gastar principalmente en dos sentidos: comprar aquello que desean, aunque no sea de mucha utilidad, y sirve también para romper de tajo el “cordón umbilical” con los padres en un intento por ser autosuficientes y tener el ritmo y tipo de vida que se quieran dar sin la supervisión directa de un adulto.

“La independencia” es la principal meta que tienen los recién egresados de los centros de educación, lamentablemente los sueldos no son tan altos como para comprar una casa o un departamento, por lo que tienen que optar por arrendar un inmueble con un “roomie” (compañero de vivienda) para que las mensualidades sean más bajas. Es por ello, que el gasto más alto que hacen al mes es pagar la renta, seguido por la alimentación, los servicios de un hogar, así como las distracciones nocturnas.

Para el caso de las personas que deciden quedarse con los padres por unos años más la situación cambia debido a que no hacen un gasto para pagar las mensualidades de una renta y la manutención se reduce drásticamente, aunque sí compran alimentos, gastan en las distracciones nocturnas con los amigos y la compra de productos tecnológicos como celulares y videojuegos, principalmente.

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