Aplauden “7:19” en festival de Roma

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Roma.- La cinta “7:19”, del realizador mexicano Jorge Michel Grau, fue recibida con aplausos en su presentación el domingo por la noche en la onceava edición de la Fiesta de Cine de Roma, en la que participa en la sección principal.

El filme, estrenado comercialmente en México el pasado 19 de septiembre y que habla sobre el terremoto ocurrido ese día de 1985, puede ser visto como “un metáfora” de la situación actual, dijo Grau en rueda de prensa.

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“Creíamos que una metáfora sobre esta situación sería muy interesante para ser narrada a través de una película. Es también un ejercicio de exploración de las clases sociales mexicanas, irreconciliables entre sí”, señaló.

Interpretada por Demian Bichir y Héctor Bonilla, quienes cargan en sus hombros el peso de la trama, la cinta se presenta en Roma en su premier internacional.

Próximamente irá Panamá y se espera llevarla también al festival de Berlín de febrero próximo, precisó la productora Mayra Espinosa.

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Grau consideró que el nivel de la cinta “se elevó” gracias a la participación de Bonilla y Bichir que interpretan, respectivamente, a un conserje y a un funcionario de alto nivel que quedan atrapados entre los escombros del inmueble colapsado por el sismo.

“El proyecto quedó detenido por unos 7 meses debido a un desfase en el financiamiento y en ese tiempo envié el guión a Bichir, que acababa de trabajar con Tarantino y que pensaba que, estando ya en otras ligas, no aceptaría, pero para mi sorpresa el guión le gustó mucho y me recomendó a Héctor Bonilla”, dijo.

Insistió que el terremoto fue el pretexto ideal para contar una historia que definiera a la sociedad mexicana como sigue siendo actualmente, con gran división interclasista y “pérdida de tejido social”.

“Hoy en día el mayor problema que tiene México es que su sociedad está separada y dividida. No sabemos enfrentar lo que sucede”, señaló.

Explicó que técnicamente la realización del filme fue muy complicada, pues el set fue un espacio de solamente cuatro metros cuadrados, pero con el que se logra dar al espectador una sensación de auténtica claustrofobia.

“Trabajar técnicamente fue muy complicado porque yo soy claustrofóbico, por eso hago las películas que hago. Una de las exigencias que tuve era la de encerrar al público con los personajes dentro del edificio”.

Sin embargo, el primer plano secuencia es muy luminoso, pues la intención del director fue la de retratar la cotidianidad y la libertad de los personajes antes de que el terremoto cortara de tajo sus existencias y los dejara sepultados entre las ruinas.

El realizador informó que trabaja en los proyectos “Calla”, la historia de un adolescente esquizofrénico convencido que su padre es un hombre lobo y “Yamaha 300”, sobre dos pescadores involucrados con el narcotráfico que esperan en alta mar una llamada telefónica.