Julio César Ceniceros / La Voz de Michoacán Espero que no te asustes con facilidad, indica el Profesor Coupland al camarógrafo casi al principio de la película, y pareciera que el mensaje va para todos los cinéfilos. Y es que “Silencio del más allá” no es de esas películas de susto fácil, es más bien un terror psicológico, que siempre es el más espantoso. Esta película está hecha para la gente que no se asusta fácilmente, para aquellos que siempre tienen una explicación lógica a todo. Los protagonistas son precisamente un grupo de investigadores que, tratando de probar que un fenómeno “paranormal” puede ser creado a discreción por cualquiera. El grupo de científicos basa su teoría argumentando que la actividad paranormal es causada por energía negativa del ser humano. De pronto logran desatar experiencias paranormales que dejan sin palabras a la ciencia racional. Pareciera como si hubieran desencadenado una espeluznante fuerza maligna incontrolable, más aterradora de lo que habían imaginado. Horror moderno “Silencio del más allá” narra la historia de un profesor de Oxford especializado en los fenómenos paranormales, quien junto a tres de sus estudiantes buscan llevar a cabo un experimento para probar que ciertas manifestaciones sobrenaturales como los fantasmas y la telequinesis son en realidad obra de problemas mentales que generan energía negativa, así que utilizaran a una joven atormentada como conejillo de indias para probar su hipótesis. La conmoción llega cuando los investigadores, convencidos de que no hay razón científica para tener miedo, de pronto comienzan a experimentarlo sin poder evitarlo. Ahí radica lo perturbador, en enfrentar los sobrenatural contra la ciencia. Según apuntes de la producción, la película es horror moderno para una audiencia del siglo 21. “Silencio del más allá” es estelarizada por Jared Harris, Sam Claflin, Olivia Cooke, Erin Richards, Rory Fleck-Byrne y Laurie Calvert La verdadera historia Los duendes fueron los protagonistas de la verdadera historia. Fue un experimento realizado a mediado de la década de los 70 en Toronto. Los investigadores analizaban la idea de que los duendes podrían ser creados por una intensa energía emocional y, para tratar de probar esto, se dedicaron a intentar crear un ser sobrenatural de su propia energía emocional. Conocido como “El experimento Phillip”, que se llevó a cabo bajo los auspicios del Dr. ARG Owen, un matemático nacido en Gran Bretaña, además genetista y profesor que escribió varios artículos sobre duendes y telequinesis. En el experimento, un equipo evocaba un fantasma llamado Phillip (señalando su semana, dándole ciertas cualidades) y luego trató de traerlo a la vida usando la concentración colectiva y estados de ánimo. Al principio no pasó nada, pero de pronto una serie de inquietantes acontecimientos (ruidos, golpeteos, llaves abriéndose, aparatos encendiéndose y muebles moviéndose) convenció al equipo de que algún tipo de actividad psíquica estaba verdaderamente en juego. Incluso hicieron una película como documentación del experimento.
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