Sting, a punto de zarpar

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Agendas / La Voz de Michoacán
Ciudad De México, 29 de junio.- Para muchos, la manera en la que se vive la infancia y el lugar donde se crece marcan las decisiones y el camino que las personas tomarán en la edad adulta. El cantante británico Sting no es la excepción, ya que si bien en 1991 lanzó un álbum enfocado en la pérdida de su padre, ahora con The Last Ship —su nuevo disco que saldrá en septiembre— el músico plasma parte de lo que fue crecer en Wallsend, al noreste de Inglaterra.

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Tras poco más de una década sin editar un disco con temas originales, Sting ha pasado los últimos tres años escribiendo una obra de teatro, con nombre del mismo título del álbum, y que fue la que lo inspiró a plasmar la historia.

“Escribí esta música y estas canciones como una compañía de una obra de teatro sobre el lugar donde yo crecí, Wallsend, un pueblo naviero en el noreste de Inglaterra.

“Trata sobre los trabajadores navieros, de padres e hijos luchando y reconciliándose, quienes deciden construir un barco por ellos mismos y salir a navegar por el mundo, lo cual es una idea muy loca, pero es un asunto simbólico, que es increíblemente duro”, dijo Sting en una entrevista publicada en su web.

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El músico, llamado en realidad Gordon Sumner, agregó que la inspiración para escribir la puesta en escena —la cual es una colaboración con los ganadores del premio Tony, Joe Mantello (Wicked), los escritores John Logan (Skyfall) y Brian Yorkey (Next to Normal), y debutará en Broadway en 2014— surgió a partir de The Soul Cages, el álbum que lanzó en 1991 poco después del fallecimiento de su padre, en el cual describió el paisaje del lugar donde creció.

Las memorias más lejanas del ex bajista de The Police se remontan al astillero Swan Hunters, que se encontraba al final de la calle donde vivía. En ese lugar se construyeron barcos como el RMS Mauretania —el trasatlántico más rápido de principios del siglo XX— y el RMS Carpathia, que alcanzó fama en 1912 cuando rescató a los sobrevivientes del naufragio del RMS Titanic, para después hundirse, durante la Primera Guerra Mundial, tras el ataque de un torpedo lanzado por la Marina Imperial Alemana.

“Mis memorias más antiguas son del astillero Swan Huntes, que se encontraba al final de la calle, ahí se construyeron los barcos más grandes que se hayan construido y la imponente presencia de éstos asomando sus chimeneas sobre los techos y terrazas de las casas donde vivíamos tienen un simbolismo muy fuerte para mí.

Fui cambiando el significado de los astilleros por una metáfora de la mortalidad. “Vi a miles de hombres caminar por esa calle, todos los días, camino a su trabajo en esos impresionantes barcos. Mi tatarabuelo fue capitán, uno de mis abuelos fue timonel, el otro fue carpintero de barcos y mi padre de vez en vez trabajó como ingeniero.

Así que por generaciones mi familia ha estado conectada con los barcos y el mar”, agregó el británico. Con el tiempo, esos recuerdos se convirtieron en una fuente de inspiración para Sting, quien pensó que un musical sería la mejor manera de exteriorizarlos. Sin embargo durante los tres años que ha trabajado en la puesta en escena descubrió que su necesidad de expresarse, lo regresaba siempre a la música.

Con temas como The Last Ship, Dead Man’s Boots, Practical Arrangement y August Winds —de las 12 que tendrá el disco—, Sting recrea el ambiente del lugar a la vez que pone bajo el reflector la importancia del trabajo y se confiesa como compositor.

“La idea de este disco es traer de vuelta la idea de la importancia del trabajo, pienso que las personas de manera individual lo necesitan, las comunidades lo necesitan. Mucha de esta música suena como si hubiera sido hecha en un pub donde la gente está tomando una cerveza, tocando y cantando, así que lo que quisimos fue recrear ese ambiente en el estudio.

“Ha sido una autoconfesión la mayor parte de mi vida como compositor, y en el momento que comencé a pensar en escribir para otras personas, para otras voces, ponerme a mí mismo en los zapatos de alguien más... esto comenzó a fluir porque yo ya no estaba en el camino y he disfrutado mucho este proceso.”

Además Sting comentó que en sus trabajos no le gusta seguir un mismo camino, por lo que siempre se deja sorprender por la música.

“Para mí eso es la esencia de la música, algo que no es esperado. Este trabajo es más que un disco, es algo que estaba obligado a hacer, una historia que necesitaba contar y que quería contar. Contar mi propia historia a través de la de otras personas”, concluyó.