¡A pedir posada!

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POSADAS25Diciembre es el mes de más fiestas y por supuesto que no pueden faltan las famosas y divertidas posadas.

Las posadas son celebraciones en las que se recuerda el peregrinaje de la Virgen María y San José cuando viajaron de Nazaret a Belén, buscando un sitio donde quedarse para que naciera el niño Jesús. Estos tradicionales festejos se realizan durante nueve días antes de la Navidad del 16 al 24 de diciembre en referencia a los 9 meses de embarazo de la Virgen María. Si ya estás listo para tu posada, es importante que lo hagas de forma tradicional y aquí los villancicos son fundamentales para estas celebraciones, ya que lo más común es pedir posada con los villancicos tradicionales que son canciones populares de Navidad que por lo regular son alegres con una melodía sencilla.

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‘No las desvirtúes’
Hoy en día las posadas se pueden realizar antes de las fechas establecidas, normalmente en escuelas o trabajo con el fin de recibir las vacaciones y es un pretexto excelente para convivir. Actualmente no todas las familias conservan las costumbres del pasado, por ello las posadas tradicionales se han venido desvaneciendo durante los últimos años, derivado de la falta de valores.

En muchas ocasiones, las posadas se han convertido en bailes de salón, donde ya no se recuerda cual es la razón del festejo, sino que son sólo un pretexto para comer y beber sin medida, sin realizar ninguno de los actos clásicos de las posadas. Pero vale la pena volver a revivir la verdadera tradición de las posadas clásicas.

La señora Isaura Vargas siempre con su familia ha llevado esta tradición año con año, organizando su posada de acuerdo a las viejas costumbres, nos platica todo lo necesario para realizarla. Isaura nos comenta que lo necesario para realizar una posada clásica son los peregrinos, el libro de letanías, velas, colación, canastas de papel , piñata, lazo, fruta, cacahuates, luces de bengala, papel picado, aguinaldos y por supuesto acompañado de una cena representativa como ponche, atole, buñuelos tamales y/o pozole.

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Para llevar a cabo la celebración, primero se debe de adornar la casa o el lugar dónde se vaya a realizar, el anfitrión de la casa deberá estar atento a la llegada de todos los invitados, una buen recepción garantiza una mejor convivencia entre los participantes, pues se sentirán más acogidos.

Es importante tener en cuenta el número de invitados para saber bien las cantidades que se requieren para cada uno de los elementos. Para amenizar se recomienda poner algunos villancicos dándole un mejor recibimiento con hojas-guías donde vengan las letras de los mismos, lo que hará que todos los asistentes empiecen a corearlos y vayan contextualizándose con la noche y crear un ambiente de mayor integración.

Los niños son clave en esta dinámica porque son quienes disfrutan más cantar temas navideños y por ende contagian con entusiasmo y emoción a los adultos. Una de las costumbres clásicas es pedir posada de casa en casa, cuando se termina se reparten los aguinaldos, además de las luces de bengala, para después llegar al momento más esperado por todos los pequeños de la familia: ¡romper la piñata!

El acto de romper la piñata es muy simbólico: los invitados, sobre todo los niños, representan a la humanidad que pelea contra el pecado o el mal, que es representado por la piñata, por lo tanto es golpeada hasta que las virtudes (dulces, fruta típica) vuelan por los aires para llenarnos de bendiciones y esperanza. Después llega el momento de repartir la fruta a los invitados y finalmente disponerse a degustar de un ponche y deliciosa cena. Ya sea si se realiza en familia o con compañeros de trabajo o escuela, es buen momento para la convivencia y el espacio propicio para acabar con las diferencias, envidias o rencores con la finalidad de tener paz.