Cerrar ciclos, una oportunidad de vida

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Foto: Internet. Constantemente nos vemos enfrentados a decirle adiós a muchas cosas.

Erika Conejo, La Voz de Michoacán.

 

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“Lo que resistes persiste, lo que aceptas se transforma” –Carl Jung.

Andrea era una chica que tenía una relación de cinco años donde no era feliz, ni tampoco vivía en un ambiente sano, sin embargo, ya llevaba así dos años.  Toño, lleva 10 años  viviendo en Estados Unidos pero aún añora su vida en México y vive pensando en cómo sería vivir allá. Todas estas personas tienen algo en común un ciclo que aún no han terminado de cerrar. Y es que hay algo  definitivo y permanente, el cambio, pues la vida es un eterno encuentro de ciclos, y lo vemos los 365 días del año en las diferentes estaciones o en el paso del día y la noche, sin embargo, lo importante es saber reconocer cuándo es tiempo de cerrar y abrir uno nuevo, comparte Hugo Jaramillo Coaching de vida.

Ciclos de vida

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¿Se terminó tu trabajo?, ¿Tienes que soltar a una persona?, ¿Vas a mudarte?  Son situaciones que todos viviremos alguna vez y es que un ciclo es una etapa o una fase en la cual han transcurrido muchas cosas tanto buenas como malas, donde nos hemos empapados de sentimientos y emociones agradables o no, a las cuales nos apegamos, las cuales siempre deberían ser una experiencia, para seguir avanzando, pues nada es permanente y todo va cambiando, Menciona la psicóloga y terapeuta  Olga Calderón.

 

 

Constantemente nos vemos enfrentados a decirle adiós a muchas cosas desde personas hasta cosas o lugares,  por lo que es muy difícil aceptarlo, para eso es importante saber el tiempo de cada ciclo, porque si se insiste en permanecer más allá del tiempo necesario, es probable que se pierda la alegría y el sentido de la vida y por ende esa felicidad que todos buscamos.

Y aunque en la vida de manera biológica y social todo va cambiando, muchas veces no entendemos por qué o para qué, sin embargo, la frase  “Todo lo que inicia acaba” termina teniendo sentido en algún momento y es ahí donde es difícil, pues quisiéramos que personas, momentos o cosas fueran eternas.

El problema es cuando nuestra mente se queda atrapada en momentos pasados que conforman ciclos a los que ya no deberíamos pertenecer frenando nuestro propio avance y truncando el presente. A todo esto se le llama apego, que es el vínculo afectivo que nos ata a cosas o personas, en muchas ocasiones sin sentido alguno, dice Hugo Jaramillo.

Zona de confort

Hay ciclos que en algún momento costarán mucho trabajo cerrarlos, aún cuando los porqués tengan respuesta. Y es que la pregunta entonces sería ¿Por qué es tan complicado? La psicóloga Olga Calderón comparte que muchas veces hay una parte emocional que nos bloquea, generando un miedo que nos hace insistir y continuar viviendo esa etapa, pues la angustia y el miedo de soltar, nos puede hacer seguir ahí.

Esa sensación de no estar feliz en el lugar donde se está, pero tampoco tan exhausto para decidir cambiar, llamándole a esto “ Zona de confort” sucede, porque siempre lo más fácil es “no hacer nada”, permanecer estáticos, como simples observadores. Es ahí cuando la mente se vuelve en el principal asesino silencioso, que va acostumbrando a la gente a vivir a medias. Dejar cosas pendientes, sueltas, o  palabras no dichas puede ser un desgaste eterno.

El coaching de vida Hugo Jaramillo asegura que las personas realizan las cosas o toman acción por dos cosas: inspiración y desesperación; por eso la zona de confort es tan peligrosa para las personas, porque pueden estár lo suficientemente cómodos, de tal manera que no están ni tan desesperados, ni tan inspirados, lo que significa que no hay un crecimiento y por ende las personas no avanzan.

 

 

 

Por ejemplo si una persona se levanta los lunes y todos los días de la semana con flojera, sin ánimos y sin ganas de trabajar, esperando a que sea fin de semana para ir de fiesta, la boda o los xv años, porque para esas personas tristemente esos momentos distantes e convierten en la única razón de felicidad, la gente tolera su semana, y eso es perder el sentido y no darle significado a tu vida, siendo el momento para cerrar el ciclo y buscar esa inspiración” dice Hugo Jaramillo

Por otro lado asegura que la vida de una persona no es una línea recta, son constantes ciclos, es un espiral donde todo se va moviendo y no podemos aspirar a estar felices toda la vida, porque si así fuera no sabríamos qué es felicidad, porque los cambios y los momentos de angustia nos ayudan a identificar esos momentos de alegría, es por eso que no podemos alejarnos de angustias y retos, pues eso nos hace crecer.

Cerrando puertas

Cuando en tu interior te acompañe un malestar de insatisfacción tratando de entender qué sucedió, generándote un degaste constante donde las emociones como la tristeza, el enojo y el desagrado hablen por ti, y por bien que te hayas sentido ahí, hoy te duele, y sí además eso te limita y no te apoya hacia el crecimiento, entonces es probable que ese sea el momento para soltar y comenzar algo nuevo” dice Hugo Jaramillo

Olga Calderón comparte que cada ciclo o etapa de manera emocional o mental en cada persona es distinto, pues durante ese periodo de tiempo se han vivido diferentes situaciones y fases,  por lo que al concluirlo cada quien vivirá una manera de hacerlo. Hay quienes pueden ubicar perfectamente cuándo es tiempo de cerrarlo y continuar con lo que se viene, existen personas que están en el pasado y el presente, es decir pueden estar en ese nuevo ciclo pero regresando a la etapa anterior, resultando favorecedor o riesgoso, pues hay quienes se impulsen y quienes se engañan de estar superándolo.

Cerrar un ciclo es observar, ser consciente del cambio y asimilar lo bueno y lo malo de la situación, así como darnos cuenta del pasado y aprender de la situación. Pues se trata de crecer a pesar de la adversidad y reescribir el siguiente capítulo de nuestro libro llamado vida.

¿Cómo vencer los miedos y las ataduras?

Tomar acción después de saber que es momento de cerrar ese ciclo, no es fácil, pues seguramente quien tiene muchos años en un trabajo, le da miedo perder esa tranquilidad que les da su sueldo seguro de cada quincena, inquietándoles la incertidumbre de no saber si estarán mejor o no, por lo que mejorar implica un riesgo, dice Hugo Jaramillo

“Sí tú te das cuenta que donde te encuentras ya no hay chispa, ni pasión, pero quisieras algo más entonces debes estar dispuesto a pagar un precio y ese precio es correr el riesgo, si ya tienes esa voz inquietante tendrás que enfrentar ese miedo y muchas veces nos retamos a nosotros mismos, por eso tenemos que tener en cuenta hasta qué punto confió mis habilidades, generando ahí una barrera pues la mayoría de las personas no reconocen sus fortalezas” dice el coaching.

 

 

 

 

El especialista aconseja que las persona que estén pasando por ese momento se inspiren de algo que sea más fuerte que su miedo, algo que los motive a dar el siguiente paso, pues sino lo único será esperar a  ver si pasa algo, que los haga tocar fondo y  que por desesperación tomen acción asumiendo lo que implique.

Cabe resaltar que una cosa es olvidar el pasado y otra muy distinta es dejarlo donde pertenece, y cualquier día es bueno para comenzar.