Cosas que deben hacer antes de tomar terapia en pareja

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Ciudad de México.- La terapia en pareja puede salvar tu matrimonio, siempre y cuando ambos estén preparados. A veces, sin importar el problema más crítico de la relación, la ayuda externa podría no ser suficiente… pero no ese no será tu caso si tomas nota de estas recomendaciones.

Piénsalo bien: ¿Estás lista para luchar por este matrimonio, aunque sea doloroso, te rete y vaya a incomodarte muchísimo? Porque es súper importante que sepas que será difícil… más difícil de lo que te imaginas.

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No esperes mucho tiempo: Muchas parejas toman terapia 6 años después de lo necesario, y el trabajo que deberán llevar a cabo es, por supuesto, mucho más complicado. Aún así, vale la pena hacerlo, así que no esperes una señal, ¡hazlo!
Busca un experto con el que te sientas cómoda: Entrevista 3 ó 4 terapeutas antes de tomar una decisión final. Este será todo un recorrido para ambos, así que es primordial elegir a una persona que transmita confianza y que pueda escucharlos al 100%.

Pon límites con tus amigos: Pídeles su apoyo, a veces no sólo para hablar contigo, sino también para respetar su privacidad. Diles la verdad y sé honesta; si lo que están haciendo no te está ayudando, sino que te hace daño, evítalos lo más posible. No es su decisión, es la tuya.

Dile al terapeuta si quieres luchar o terminar: Si quieres terminar la relación, dilo. Esto redefinirá el término de “terapia exitosa” y mejorará tus probabilidades de terminar de manera adecuada. Luego, trabajarán juntos en terminar esa relación, en lugar de reparar y tratar de seguir algo que ya no te hace feliz.

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Está bien ir a terapia si lo que quieres es terminar tu matrimonio: Esto quiere decir que existe una pequeña esperanza de un cambio como resultado de esta intervención. Habrá mucho tiempo tiempo para el divorcio, así que deberás estar 100% segura de querer hacer esto. Por ahora, necesitas estar abierta al proceso y a las nuevas posibilidades.

Las relaciones románticas son como aventarse de un paracaídas; tienes que echarle ganas y prepararte para el momento. Luego tienes que brincar del avión y confiar. No puedes tener esa felicidad y adrenalina si no estás dispuesta de disfrutar del momento y confiar en que el paracaídas va a abrirse.

En conclusión, tienes que preguntarte: ¿En verdad quiero volar? Y si tu respuesta es “sí,” échale ganas. Luego toma un respiro y lánzate del avión.