En orden, festividades guadalupanas

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Imagen: Jaime Lagunas
Imagen: Jaime Lagunas

En medio de irregularidades evidentes, el disgusto de los vecinos, pero ahora sí un plan integral de limpieza transcurre en relativa calma el preámbulo de la festividad de la Virgen de Guadalupe en la Calzada de San Diego.

Desde hace unos días el lugar se llenó de cañas, futbolitos, puestos ambulantes y hasta de animales que son jugados en las distintas atracciones que dan vida a una de las tradiciones de mayor colorido de la capital michoacana.

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Por ello los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en la mayoría de los casos, cesaron sus clases desde el inicio de este mes. Y es que prácticamente se encuentra colmado el espacio de la Plaza José María Morelos, conocida como “El Caballito” en todos sus puntos.

A diferencia de otros años los propios vendedores de cañas promueven que los visitantes tiren la basura en bolsas que ellos mismos otorgan y con ello se evite el tradicional tapete de cañas que año con año enmarcaba el festejo que se da en honor a la “Morenita del Tepeyac”.

Desde 10 pesos la bolsita, con chile, limón, jugo de naranja, picantes de sabores, salsa, las cañas están a todo lo que da. El néctar del mismo es vendido en vasos de 15 pesos, en algunos de los casos es obvio que el mismo es rebajado con agua por lo que su color es más amarillento.

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“No conviene vender el jugo porque para sacar lo de un vaso son como 20 pesos de cañas y el vaso sale en 15, así que son pocos los que venden así”, dijo una de las comerciantes, quien prefiere vender agua de naranja o cocos para con ello aumentar sus ganancias.

Y es que en promedio la ganancia por la venta de cañas, “en un día bueno”, relata doña Esthela, otra de las comerciantes es de 500 pesos, esto sin contar los distintos insumos que tienen los locatarios que ven durante estas semanas la mejor época del año para comercializar los productos.

Pero ya no son sólo cañas, lo que más abunda son puestos de comida. Las quesadillas de más de 30 centímetros de tinga, mole, bistec, chorizo, deshebrada, rajas y demás hacen del gusto de los paseantes quienes por 25 pesos pueden degustar una de las mismas, eso sí el costo de los refrescos es de 15 pesos, y un vaso de agua de sabor de 10 pesos.

Los cacahuates, dulces, fresas congeladas, plátanos dorados, banderillas, papás a las francesa y salchichas asadas son también parte de la fiesta popular y los más recurridos por los visitantes, quienes entre las 19 y 22 horas abarrotan el lugar.

Los juegos mecánicos también son otras de las atracciones vigentes. Instalados en dos espacios, uno en un espacio particular y otro en plena vía pública divierten a los menores y jóvenes, ya que hay juegos para todas las edades. Los brincolines, rueda de la fortuna, y carruseles son los más ocupados por los niños acompañados de sus padres.

Los futbolitos se encuentran casi todo el día repletos de jóvenes que de a peso la reta se divierten, mientras la constante sigue siendo la falta de pelotas para jugar. Dichas atracciones son en las que se observan todo tipo de estudiantes, niños y adultos conviviendo.