La Cerrada de San Agustín, escondite en Morelia

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Foto: Victor Ramírez. La plaza de San Agustín, cuyo nombre real es Plaza Ignacio Comonfort.

Arturo Molina/ La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. La calle Hidalgo, conocida popularmente como “La Cerrada De San Agustín”, corredor peatonal que atrae diariamente a cientos de turistas, visitantes y morelianos por su cálida estructura, se ha convertido a este espacio en un verdadero punto de encuentro cultural y social, no obstante, pocos conocen la historia que envuelve a la que podría ser, la primer vialidad peatonalizada de la modernidad.

Este sitio enclavado justo en corazón del Centro Histórico de Morelia no siempre tuvo esta composición, el tramo fue cerrado al tráfico vehicular el 18 de mayo de 1973 y peatonalizado como un obsequio a los morelianos por el 432 aniversario de la fundación de la ahora “Ciudad de la Cantera Rosa”.

En  tiempos coloniales, este acceso, fue creado para conectar las plazas con el entonces Convento Agustino, ubicado en dirección al sur de la entonces Valladolid en donde se venera a la Virgen del Socorro, imagen donada a los padres agustinos por Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, antes de su muerte en 1565.

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Los primeros agustinos en pisar tierras michoacanas fueron fray Juan de San Román y fray Diego de Chávez y Alvarado, quienes se establecieron primeramente en Tiripetío y posteriormente en Valladolid, donde edificaron el convento, iglesia y hospital. Esta orden fungió un papel importante para el desarrollo y crecimiento de la Ciudad durante al menos cien años por lo cual la conexión entre el corazón de la ciudad y el convento, fue importante para la Orden.

Con la promulgación de las Leyes de Reforma y la Desamortización de los bienes de la Iglesia en la segunda mitad del siglo XIX, los Agustinos fueron desalojados de su monasterio en 1863, tres años después el emperador Maximiliano se los devolvió, no obstante, el gusto les duró muy poco tiempo,  debido que  al retomar los liberales las riendas del poder fueron expulsados nuevamente. A partir de entonces, el templo y el convento dejaron de ser una unidad  y el templo fue entregado al clero secular.

La plaza de San Agustín, cuyo nombre real es Plaza Ignacio Comonfort, antiguamente era un cementerio de esta misma orden mendicante, al igual que mucho de los lugares enclavados en el centro de la ciudad, hoy en día es famosa por los antojitos que allí se expenden.

Con la llegada de los automóviles a Morelia, la Calle Hidalgo vio la circulación como un acto natural al estar ubicada en el Centro de la Ciudad que para ese entonces tendría menos de 400 mil habitantes.

Fue durante la gestión del gobernador Servando Chávez Hernández, y poco más tarde durante la administración del también priista Carlos Torres Manzo que se llevarían a cabo estas modificaciones en la urbe que optarían por la preferencia  a los peatones.

Desde entonces, la vialidad se llenó de todo tipo de comercios; tanto de restaurantes donde se pueden encontrar las típicas enchiladas placeras, el chocolate de mesa caliente de los agustinos, los churros de azúcar, el café y los tradicionales quesos así como de negocios de zapaterías que se han convertido ya, en parte importante de la imagen de la concurrida “Cerrada de San Agustín”.

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