Ataque en San Bernardino ocasiona temor en ciudades pequeñas

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Anita Jefferson no sabía mucho sobre San Bernardino, California, antes del ataque presumiblemente terrorista que ocurrió ahí. El poblado en la costa oeste del país es casi del mismo tamaño que su ciudad natal Birmingham y difícilmente resulta un blanco tan atractivo como Nueva York o París.

Ahora, está preocupada por la posibilidad de un ataque en un lugar como el centro comercial donde trabaja durante la temporada de ventas navideñas. Es un lugar público, pero a diferencia de estadios y otros sitios, tiene una seguridad relativamente laxa.

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"Uno pensaría que ellos irían a un lugar grande, pero un lugar más pequeño puede ser más fácil", dijo Jefferson, de 62 años.

El FBI anunció el viernes que estaba investigando como un acto de terrorismo la masacre que dejó 14 muertos durante una fiesta de fin de año. La pareja que perpetró la balacera, Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, murieron en un enfrentamiento con policías.

Si pudo ocurrir un ataque terrorista en un centro de servicios sociales en San Bernardino, ¿por qué no en los suburbios de Alabama, o el centro de Louisville, Kentucky? El sangriento ataque dejó bastante claro para algunos estadounidenses que las grandes ciudades no son los únicos blancos potenciales.

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"Yo puedo decir honestamente que no me siento tan seguro", comentó Tim Harrington, de 50 años y nativo de Jacksonville, Florida, mientras visitaba un museo en Louisville.

Existe bastante seguridad en el centro comercial suburbano de Birmingham, "y son extraordinarios", dijo Lindsay Alexander, de 18 años, quien además trabaja ahí y se siente segura. Pero su nivel de confort no es el que era hace algunos días.

"Podría ocurrir aquí", dijo Alexander. "Ellos podrían simplemente elegir algo al azar".

La profesora de Psicología Marjorie Sanfilippo no cree que la gente cambiará su comportamiento debido a la balacera en San Bernardino.

"La gente es muy flexible y tiende a regresar a sus actividades regulares", señaló Sanfilippo, quien es profesora en el Eckerd College en St. Petersburg, Florida.

Pero, advirtió, eso podría cambiar si hubiera más "ataques aleatorios" en lugares públicos, como cafeterías y tiendas.

"Es cuando creo que veríamos temor", agregó Sanfilippo.

Residentes en Lincoln, Nebraska —donde el primer homicidio de 2015 se registró apenas el mes pasado— dijeron que los ataques no han afectado su sentido de seguridad.

"Si ellos están buscando realizar una masacre, van a ir a lugares con más gente", dijo Nate Jurgensmeier, de 19 años y estudiante de segundo grado en la Universidad de Nebraska campus Lincoln. "Ellos no van a matar tanta gente si se meten en un edificio de dormitorios o un edificio en el centro de Lincoln".

Matt Eckhardt, de 30 años y residente de Lincoln, también considera segura su ciudad.

"Si usted estuviera viviendo en Nueva York, pienso que su perspectiva sería muy diferente a la nuestra", agregó Eckhardt.

Aun así, en Louisville, Nautica Delacruz, de Los Ángeles, dijo que los ataques en su estado han sacudido su sensación de seguridad.

"Como que simplemente quieres ir a trabajar y a casa, o recoger a tus hijos e ir a casa directamente", dijo. "En verdad no quieres ir a ningún lado. Sientes como si hubieran violado tu libertad, en cierto modo. Ya no te sientes seguro de ir a ningún lado".