Decretan “calamidad financiera” en Río Grande del Sur, Brasil

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Río de Janeiro.- El estado brasileño de Río Grande del Sur decretó hoy el estado de “calamidad financiera” en la administración pública, una medida adoptada para buscar el rescate del gobierno federal ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos.

El decreto indica que “la crisis de la economía brasileña está afectando fuertemente la capacidad de financiación del sector público” y advierte que se tomarán “medidas excepcionales” para “racionalizar” los servicios esenciales.

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El gobernador del estado, José Ivo Sartori, anunció la víspera un paquete para reducir organismos públicos y cortar la plantilla de funcionarios en unas dos mil personas.

Con una recesión que, en siete trimestres, ha provocado una caída del 7.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el gobierno federal brasileño y buena parte de sus estados, entre ellos Río de Janeiro, sufren una crisis en las finanzas públicas.

El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, tiene previsto reunirse este día con los gobernadores de los 27 estados brasileños para abordar la situación de difícil solución, pues el gobierno federal también acumula un abultado déficit que le impide usar recursos extraordinarios para socorrer a los estados.

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En Río de Janeiro, donde el estado de “calamidad” fue declarado en junio, a 50 días del inicio de los Juegos Olímpicos, se vive una crisis de grandes proporciones.

El pago de los salarios de los funcionarios y los pensionistas lleva meses siendo retrasado y fraccionado, la sanidad pública sufre con recortes draconianos y la violencia ha aumentado como consecuencia, entre otros, de la falta de recursos en el sistema de seguridad pública, lo que impide pagar sueldos a los policías militares.

Las autoridades de Río atribuyen la crisis fiscal a la caída de la actividad económica, el desplome del precio del petróleo y de los consecuentes ingresos por regalías, evaluado en 300 millones de dólares en 2015.

Sin embargo, los analistas independientes atribuyen la crisis a un aumento descontrolado del número de funcionarios y a la rampante corrupción, que habría provocado un sobrecosto de las obras públicas en el estado de Río de Janeiro durante por lo menos un lustro.