El papa dice querer una Iglesia más compasiva

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PAPA-FRANCISCOEl papa Francisco proclamó un año especial para que la iglesia católica sea más compasiva y menos sentenciosa.

En la Basílica de San Pedro al anochecer del sábado un prelado del Vaticano leyó pasajes de una bula papal en la que Francisco proclamó el Año Santo "Jubileo Extraordinario de Misericordia". El año comenzará el 8 de diciembre cuando Francisco abra la habitualmente cerrada Puerta Santa en la parte posterior de la basílica y concluirá el 20 de noviembre de 2016.

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Francisco dijo que la iglesia debe hablar de Dios "de un modo más accesible" y evitar mentalidades rígidas debido a que su credibilidad depende de ser más compasiva y menos severa.

El papa anunció que en las catedrales de todo el mundo, una "puerta de misericordia" especial permanecerá abierta durante el Año Santo para que los templos sean "un oasis de compasión".

"La misma credibilidad de la iglesia es percibida en la forma en que demuestra misericordia y amor compasivo", declaró Francisco en el decreto de 12 páginas.

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"En una palabra, dondequiera que haya cristianos, todos deberían hallar un oasis de misericordia", agregó.

El modo en que la iglesia ponga en práctica esas exhortaciones será observado minuciosamente por quienes se sienten excluidos por el Vaticano, incluso los católicos divorciados que vuelven a casarse y que desean que se les permita comulgar. Los feligreses homosexuales también están pendientes de ver cómo se les recibe.

Francisco dijo que las reformas del Vaticano en la década de 1960 reflejaron "la necesidad de hablar de Dios de un modo más accesible" y "derribar los muros que durante demasiado tiempo habían hecho de la iglesia algo así como una fortaleza". Citando a San Juan XXIII, quien inició las reformas, Francisco afirmó que la iglesia debe renunciar a "los brazos de la severidad" a cambio de "la medicina de la compasión".

Al explicar su elección del año de la misericordia, Francisco afirmó que un "gran cambio histórico" significa que los feligreses deben renovar su "capacidad de ver lo que es esencial" en la misión de la iglesia.