Grecia empieza a evacuar campo de refugiados de Idomeni

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

IDomeni.- Las autoridades griegas movilizaron cientos de policías el martes para evacuar de forma gradual el mayor campo de refugiados informal del país, en la frontera con Macedonia.

 

PUBLICIDAD

La policía no empleará la fuerza en el desalojo, que durará entre una semana y diez días, explicó el lunes portavoz gubernamental para la crisis de refugiados, Giorgos Kyritsis.

 

A mediodía, 23 autocares con un total de 1.100 personas a bordo habían dejado Idomeni para dirigirse a un nuevo campo de refugiados cerca de Tesalónica, la ciudad más importante del norte del país. No se reportaron incidentes violentos.

PUBLICIDAD

 

Vicky Markolefa, vocera de la ONG Médicos Sin Fronteras, dijo que la operación se estaba realizando "de forma muy tranquila" y sin incidentes. "Esperamos que siga así", agregó.

 

En el campo, que se levantó al pie de un paso fronterizo peatonal empleado por migrantes y refugiados que viajaban hacia el norte de Europa, se estima que viven 8.400 personas, cientos de ellos niños, en su mayoría de Siria, Afganistán e Irak.

 

En el punto más álgido de la crisis, cuando Macedonia cerró su frontera en marzo, acogía a más de 14.000 personas, pero la cifra descendió a medida que se iban dando cuenta de que la frontera estaba cerrada y comenzaron a aceptar las ofertas de alojamiento alternativo de las autoridades.

 

En Ginebra, el portavoz de ACNUR Adrian Edwards dijo que la evacuación parecía producirse "con calma" y señaló que la agencia de refugiados de Naciones Unidas enviaría más personal a Idomeni.

 

"Mientras el movimiento de personas desde Idomeni... sea de naturaleza voluntaria, (y) no hemos visto uso de la fuerza, entonces no tenemos preocupaciones concretas sobre eso", indicó.

 

"A menudo, es una ayuda mover a la gente a lugares más organizados, cuando están dispuestos a mudarse a esos lugares", añadió.

 

En Idomeni, la mayoría de los refugiados viven en pequeñas tiendas de campaña instaladas en campos próximos a una vía de tren, mientras que las agencias humanitarias levantaron grandes carpas a modo de albergues. Las autoridades griegas envían equipos de limpieza de forma regular e instalaron baños portátiles, pero las condiciones de vida son precarias en el mejor de los casos. Las fuertes lluvias generan grandes charcas de lodo.

 

En las últimas semanas, el asentamiento había empezado a dar una imagen de semipermanencia, con refugiados abriendo pequeñas tiendas improvisadas para vender todo tipo de artículos, desde utensilios de cocina a falafel y pan.

 

Policía y gobierno dicen que los residentes serán trasladados a nuevos campamentos oficiales.

 

Más de 54.000 refugiados y migrantes están atrapados en una Grecia con graves problemas financieros desde que los países balcánicos y europeos cerraron sus fronteras terrestres al flujo migratorio masivo que huye de la guerra y la pobreza en sus países. Casi un millón de personas atravesó Grecia, de las que una amplia mayoría llegó a sus islas del Egeo oriental tras una corta pero peligrosa travesía en barca desde la vecina Turquía.

 

En marzo, la Unión Europea alcanzó un acuerdo con Ankara para reducir la llegada de migrantes que cruzan por mar a Grecia en viejos y sobrecargados barcos. Según el pacto, desde el 18 de marzo, cualquier persona que llegue de forma clandestina a las islas griegas procedente de la costa turca será deportada de vuelta a Turquía a menos que consiga solicitar asilo en Grecia.

 

Pero pocos quieren solicitar asilo en el país, que enfrenta una recesión y una dura crisis económica que dura seis años y ha elevado la tasa de desempleo al 24%.

 

Los periodistas no pudieron acceder al campo durante la evacuación ni pudieron avanzar más allá de un control policial de carretera levantado a varios kilómetros (millas) de distancia. Veinte autocares con policías antimotines en su interior se dirigieron al campo, mientras un helicóptero de la policía observaba desde aire. Se estima que en operativo participan unos 700 agentes.

 

Las autoridades griegas quieren reabrir también una línea ferroviaria — la principal unión entre el país y los Balcanes — que cruza el asentamiento y está bloqueada por sus residentes desde el 20 de marzo.

 

Anastassios Saxpelidis, portavoz de empresas de transportes de Grecia, dijo el martes que el cierre de la vía durante 66 días tuvo un coste de seis millones de euros para los transportistas.

 

La vía ferroviaria se abrirá "en los próximos días", apuntó Giorgos Kyritsis, portavoz del gobierno para asuntos migratorios.

 

El gobierno ha estado intentando convencer a la gente de Idomeni para que dejen la zona y se trasladen a los campos autorizados. Esta semana anunció que la campaña de realojamientos voluntarios estaba funcionando y la policía explicó que ocho autocares con unas 400 personas abandonaron Idomeni el domino. Otros tomaron taxis hasta las ciudades de Tesalónica o Polycastro.

 

En la víspera de la evacuación, pocos residentes parecían recibir bien la noticia.

 

"Es mucho mejor estar aquí que en los campos. Es lo que dicen todos los que han estado allí", dijo Hind Al Mkawi, una refugiada de 38 años, natural de Damasco, a The Associated Press el lunes por la mañana.

 

"Lo he oído (la evacuación)", agregó. "Eso no es bueno (...) porque ya llevamos aquí tres meses y tendremos que pasar al menos seis más en los campos antes de la reubicación. Es mucho tiempo. No tenemos dinero ni trabajo, ¿qué vamos a hacer?".

 

Abdo Rajab, un refugiado de 22 años de Raqa en Siria, lleva tres meses en Idomeni y ahora está considerando pagar a contrabandistas de personas para que lo lleven clandestinamente a Alemania.

 

"Oímos que mañana iremos a los campos", dijo. "No me importa, pero mi objetivo no es ir a los campos sino a Alemania".