Grupo rebelde sirio nombra sucesor de comandante caído

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Grupos milicianos de Siria lloraron el sábado la muerte de un poderoso comandante rebelde muerto la víspera en un ataque aéreo cerca de Damasco: una baja de alto perfil que podría cambiar el equilibrio de poder en los suburbios rebeldes de la capital del país.

Zahran Allouch, líder del grupo Ejército del Islam, fue muerto el viernes en un ataque aéreo que tenía como objetivo la sede del grupo mientras sostenía una reunión. Falleció al instante, junto con varios comandantes, como los de los grupos Ahrar al-Sham y Faylaq al-Rahman.

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El Ejército del Islam anunció el nombramiento de Essam al-Buwaydhani, conocido como Abu Hammam, como nuevo líder del grupo. El grupo advirtió que seguirá luchando contra el gobierno sirio y el grupo extremista Estado Islámico.

En un video subido a internet el jueves por la noche, un portavoz del Ejército del Islam dijo que la muerte de Allouch "sólo aumentará nuestra lucha" contra el gobierno del presidente Bashar Assad y el grupo Estado Islámico.

"Seguimos hacia delante en el camino, y no nos cambiamos ni desviamos", dijo en el video un portavoz no identificado que leía un comunicado.

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La muerte de Allouch —un mes antes de la fecha prevista para iniciar las conversaciones entre el gobierno sirio y las fuerzas rebeldes— significó un golpe a los insurgentes que pelean por derrocar al presidente Bashar Assad y un impulso para las fuerzas del gobierno, que están a la ofensiva en varias partes del país desde que Rusia inició su campaña de bombardeos a finales de septiembre en apoyo de las fuerzas de Assad.

El Ejército del Islam participó este mes en una reunión de opositores celebrada en Arabia Saudí para acordar una delegación opositora que negocie con representantes del gobierno en las conversaciones de paz fijadas para enero en Ginebra. El gobierno sirio siempre ha dicho que no negociará con terroristas, y considera que el Ejército del Islam está dentro de esa categoría.

Se sabía que Allouch, que estaba a mediados de la cuarentena, tenía el respaldo de Arabia Saudí y Turquía. Era uno de los comandantes rebeldes con más poder, al mando de miles de combatientes que controlan amplias extensiones de Ghouta Oriental y Douma, suburbios orientales de Damasco. Además de combatir a las fuerzas del gobierno, el Ejército del Islam libró enconadas batallas cerca de Damasco contra el grupo Estado Islámico.

Aluch, un ex prisionero que fue liberado durante una amnistía general una vez que comenzó el levantamiento contra Assad en marzo de 2011, se unió a la oposición armada y fundó el Ejército del Islam, que se convirtió en una de las facciones rebeldes mejor organizadas en Siria.

Sus detractores le acusaban de ejercer una política sectaria y de emplear tácticas brutales similares a las del grupo EI.

Otros grupos opositores le consideraban responsable del secuestro en diciembre de 2013 de cuatro destacados activistas, entre los que estaba el abogado y activista de derechos humanos Razan Zaytouni. Él negó tenerlos en su poder, aunque fueron secuestrados en una zona bajo control del Ejército del Islam.

El gobierno sirio se atribuyó la responsabilidad por la muerte de Allouch en el bombardeo contra una reunión de comandantes rebeldes cerca de Otaya, un suburbio de Damasco.

El gobierno dijo que el ataque se había realizado tras una serie de operaciones de reconocimiento aéreo contra reuniones de organizaciones "terroristas" y sus sedes en Ghouta Oriental. Además de Allouch, el gobierno dijo que el bombardeo había matado a "un gran grupo de comandantes de Ahrar al-Sham y Faylaq al-Rahman", otras facciones rebeldes que suelen aliarse con el Ejército del Islam.

Varios activistas sirios culparon a Rusia por el ataque.