Al menos 33 combatientes del Estado Islámico (EI) han muerto y decenas de familias de los yihadistas han huido en los últimos tres días por bombardeos de aviones de Francia y Rusia en la ciudad de Raqqa, bastión del grupo extremista en Siria. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) advirtió que la cifra de víctimas mortales puede ser mayor porque hay cadáveres que han quedado completamente despedazados, por lo que no han sido incluidos en el recuento. “Los bombardeos de la aviación francesa y rusa el domingo, lunes y martes pasados han sido contra depósitos de armas, cuarteles y puestos de control en la ciudad de Raqqa y sus alrededores”, dijo Rami Abdel Rahman, director del OSDH. Además del número de yihadistas abatidos en estos ataques aéreos, el OSDH indicó que la cantidad de heridos es “muy alta” y es previsible que aumente en las próximas horas debido a la llegada del portaaviones “Charles de Gaulle”, con 24 aviones a bordo, a la zona siria. Al igual que Raqqa, se espera que Deir ez Zor y otras ciudades sean blanco de los bombardeos en las próximas horas. Ante la continuidad de los ataques aéreos franceses y rusos, así como de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, numerosas familias de combatientes yihadistas han abandonado Al Raqqa y huyen hacia la ciudad iraquí de Mosul, otro feudo del EI. Rusia comenzó el pasado 30 de septiembre su campaña de ataques aéreos contra objetivos del EI en Siria, mientras Francia intensificó sus bombardeos tras los atentados del viernes pasado en París, que dejaron 129 muertos y 352 heridos.
La Voz de Michoacán
