Procurador y sociedad civil dan respaldo a Dilma

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

El procurador general de Brasil acudió el miércoles a la Corte Suprema con la intención de despojar de su escaño al líder de la Cámara de Diputados.

El presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, es rival de la agobiada e impopular presidenta Dilma Rousseff, y a principios de mes inició los procesos de juicio político en su contra.

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Pero Cunha enfrenta cargos federales por aceptar al menos 5 millones de dólares en sobornos con relación a un extenso ardid de corrupción en la petrolera paraestatal Petrobras.

El procurador general Rodrigo Janot dijo a la máxima corte en su petición por escrito que Cunha ha utilizado su posición con "el único propósito de auto protegerse a través de actividades espurias, de forma que pudiera evitar ser investigado por su conducta".

Cunha ha rechazado haber cometido cualquier irregularidad. Dice que los millones encontrados en cuentas no declaradas en bancos suizos y vinculadas a él por los investigadores los obtuvo a través de prácticas empresariales legítimas.

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El miércoles, Cunha dijo a la prensa de Brasilia que Janot está montando "una cortina de humo" con la intención de distraer sobre los procedimientos de juicio político en contra de Rousseff.

La máxima corte ahora debe decidir sobre la solicitud de Janot. No hay detalles sobre cuándo se emitirá tal fallo.

En un comunicado colocado en su sitio en internet, la procuraduría general dijo que la solicitud de Janot a la Corte Suprema incluye "11 hechos que demuestran que Eduardo Cunha se vale de su posición" para "coaccionar e intimidar a legisladores, a los que han entregado evidencia al gobierno, abogados y funcionarios públicos, con la intención de obstaculizar y demorar las investigaciones en su contra".

El martes, la policía federal realizó un operativo en las residencias de Cunha en Brasilia y Río de Janeiro como parte de la investigación a los cargos de corrupción que él enfrenta.

Se realizaron el miércoles manifestaciones a favor de Rousseff en cerca de dos decenas de ciudades del país, y sus seguidores pidieron que se pusiera fin a los procesos de juicio político en contra de la mandataria.

No hubo un estimado de la cantidad de personas que se manifestaron en las calles. Aunque parecían de tamaño modesto, también lucían más grandes que los grupos de personas que protestaron en contra de la presidenta el pasado fin de semana.