Repudian fallo de Corte que beneficia a represores de dictadura argentina

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Buenos Aires, Argentina. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo encabezaron hoy aquí una histórica marcha en la que cientos de miles de personas repudiaron un fallo en la Corte Suprema de Justicia que beneficiaba a represores de la dictadura militar argentina (1976-1983).

La Plaza de Mayo y sus alrededores se colmaron esta tarde de parejas, familias, grupos de amigos, organizaciones sindicales, estudiantiles, sociales y partidos políticos que rechazaron la decisión del máximo órgano de justicia.

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El miércoles pasado, la Corte benefició al represor Luis Muiña, condenado por secuestro y tortura, con una ley conocida como “2x1”, que reduce su pena en prisión al contar doble el tiempo que estuvo preso sin condena, lo que provocó una conmoción social.

En un fallo dividido de tres votos contra dos, el máximo órgano de justicia le abrió la puerta a la posibilidad de que cientos de represores pudieran acogerse al “2x1” para salir de prisión, pese a haber cometido crímenes de lesa humanidad como torturas, secuestros y desapariciones.

Sin embargo, el rechazo de todos los sectores de la sociedad fue tan grande que tan sólo en los últimos dos días la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron en sesiones exprés una reforma que impide el recorte de penas para represores.

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La presión social fue fundamental para evitar que esto ocurriera, ya que Argentina es considerado un país ejemplar en materia de derechos humanos, producto de una larga lucha de 40 años que volvió a ratificarse durante la movilización de esta tarde.

Fue “la marcha de los pañuelos”, ya que por primera vez las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo permitieron que los manifestantes se ataran en el cuello los pañuelos que las representan y que son uno de los símbolos más importantes de la lucha por los derechos humanos en este país.

Hace cuatro décadas estas mujeres comenzaron a cubrirse la cabeza con pañuelos blancos que representaban los pañales de sus hijos desaparecidos y nietos robados por los represores.

Este miércoles, esos pañuelos se multiplicaron por 30 mil en recuerdo de los desaparecidos que dejó la dictadura militar, y se repartieron de manera gratuita en todos los accesos de la Plaza de Mayo.

Otras miles de personas llevaron su propio pañuelo, mientras que diversas organizaciones que participaron mostraron inmensos pañuelos al frente de cada columna que marchaba hacia la Plaza.

En las calles, a través de carteles, grafitis y cantos, se replicó el pedido de juicio político en contra de Elena Highton, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, los tres jueces de la Corte que votaron a favor de la reducción de las penas a los represores de la dictadura.

Otra de las principales consignas fue “Nunca más”, el lema contra el terrorismo de Estado que remite al título del informe realizado a mediados de los 80 en torno a los crímenes cometidos por la dictadura.

“Señores jueces: Nunca más. Ningún genocida suelto”, rezaba la manta del escenario principal, desde el que Madres y Abuelas advirtieron que la ejemplar lucha por la defensa de la memoria “no merece ser condenada al olvido”.

El repudio a la denominada ley “2x1” se hizo evidente en pancartas, mantas y camisetas porque, a pesar de que ya no se puede aplicar en beneficio de ningún represor, fue un llamado de alerta para los organismos de derechos humanos por la facilidad con la que se puede volver a la impunidad.

“Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, cantaban de manera intermitente los manifestantes que seguían llegando a la Plaza mientras anochecía y otros grupos les recordaban a los represores: “como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.