La gran familia michoacana

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Juan Pablo Ríos y Valles Boysselle

 

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Los michoacanos tenemos fama, cuando uno viaja por el país y presume a la tierra que nos vio nacer, de inmediato se nos liga con los santuarios de la mariposa monarca, la belleza del lago de Pátzcuaro, la hermosa arquitectura moreliana o cualquier delicioso recuerdo de la comida y calidez que alguna vez recibió al interlocutor cuando visitó Michoacán.

Tantas otras, al grato recuerdo lo anteceden preguntas sobre las habilidades especiales que hemos desarrollado para librar balaceras, convivir con el crimen organizado, competir contra negocios inexplicablemente rentables y mantener a los hijos alejados de la droga. El primer impulso es decir que no es para tanto, más triunfan las ganas de posicionarse como aventurero sobreviviente de las historias de terror y así incrementar el compendio internacionalmente conocido de cuentos de violencia.

En honor a la justicia, la complicación que enfrentamos y nos ha sumido en pobreza, violencia e ignorancia, es la gran familia michoacana. Aunque cada día cava más profundo la tumba, poco hablamos de ella, preferimos callar y sólo los escándalos nacionales han ameritado que les pongamos nombre y apellido; esta agrupación de consanguíneos no necesariamente se dedica al trasiego de drogas ni porta armas de fuego de uso exclusivo del ejército, pero sí es la responsable de la creación de clientelas y prebendas que han puesto en manos privadas el dinero público.

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La mayor exhibición de esta perversión del poder la dio el Ex Gobernador Leonel Godoy, quien demostró que no hay proceso que pueda contra el fuero y promovió a su hermano para que llegase escondido en la cajuela a tomar protesta como Diputado Federal y así, también gozase de los privilegios de la dieta y el buen vivir que él hoy tiene como Senador de la República. Hablando de Gobernadores y hermanos, tenemos a nuestro actual ejecutivo quien, contra toda fuerza, empujó la candidatura de Antonio García Conejo a quien, por mérito propio consanguíneo, tendremos en la boleta. También Lázaro Cárdenas Batel dejó bien acomodado a su hermano Cuauhtémoc en el Fideicomiso que inició la construcción del Teatro Matamoros, el mismo que con más de 300 millones de pesos y 8 años de obra no ha podido ser terminado. Los Panistas no se quedan atrás, aunque no han vivido en la Casa de Gobierno, Marko Cortés ya practica el deporte del poder y reservó una plurinominal a su hermano David Alejandro, quien además de probada trayectoria en puestos administrativos del Senado y el Congreso local, tiene una deuda, al menos de honor, pendiente tras el choque de su auto de lujo en horario en el que los que tienen empleos serios descansan.

No es que de coraje que uno por más que se despierta temprano y acuesta tarde no salga adelante mientras que los que están “conectados” construyen fortunas, pero es que económicamente resulta perjudicial para el estado el mantener a personas que explican con mayor facilidad quién los puso en el puesto que lo que se supone deben hacer ahí.

En ocasiones las negociaciones son de mayor nivel y el puesto de uno viene con hueso para otros tantos, como Wilfrido que, además de haber logrado la Diputación pudo acomodar a su hermana Claudia Lázaro Medina en la lista de Regidoras del H. Ayuntamiento de Morelia; o como la Secretaria de la Mujer que pudo colocar por periodo breve pero sustancioso a su hijo en una jefatura de área dedicada a desarrollar la economía de Michoacán.

Inclusive políticos de antaño siguen cobrando rentas a través de terceros, como lo hace la sobrina de Eloy Vargas, la hermana del paisano ex Presidente de la República y el hijo del Ex dirigente del PRI Don Helio Núñez. Quizá por eso valga tanto la pena entrar, por eso ahora estén dispuestos a estrechar la mano de los ciudadanos, a hacer como que nos escuchan o mentir con facilidad porque, aunque pierdan siempre les pagan, ahí está de muestra el hijo del que perdió en el PRI, Eduardo Orihuela que ya sabe lo que es ser Diputado y para allá va el de Movimiento Ciudadano Manuel Antúnez.

Ciertamente esta práctica no es nueva, el cobijo de leales en vez de capaces ha existido desde que el poder se creó, el asunto es que no se detiene y cada día genera redes mayores que capturan la innovación, desincentivan la competencia y frustran el talento. Respeto y admiración a los servidores públicos y políticos que están ahí por vocación, a los Diputados que heredaron el deseo de sus padres por un Michoacán mejor y por eso soportan el escrutinio de la opinión pública, pero para todos los otros que no llevan más que un apellido que los respalde, ojalá llegue a existir una ley que impida que haya quien, cual José López Portillo, llame a sus hijos “el orgullo de mi nepotismo”, porque de lo contrario los puestos en el gobierno seguirán siendo el hogar de la gran familia michoacana.

Juan Pablo Ríos y Valles Boysselle

juanpablo@riosyvalles.org

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