¿Qué es Michoacán?

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ RUIZ

Aun cuando resulta muy difícil exponer en un breve artículo todos los aspectos de un Estado tan importante, se hará el intento de reunir los más relevantes. Michoacán, no solamente ha sido y es una tierra de grandes recursos naturales y “de lagos azules, hermosos paisajes, lagos azules y espléndido sol”, sino un suelo de la Patria Mexicana que ha desempeñado un papel esencial en su desarrollo histórico. Después de la conquista, vino don Vasco de Quiroga a poner en práctica las ideas utópicas de Tomás Moro, mediante la creación del Pueblo-hospital de Santa Fe de la Laguna y el Colegio de San Nicolás Obispo. Otro misionero, Fray Alonso de la Veracruz, fundó la Casa de Estudios Mayores de Tiripetío, institución que fue una de las primeras en su género en el continente Americano. A la misma época corresponde la obra intitulada Relación de Michoacán, escrita por Fray Jerónimo de Alcalá, y ahí consigna toda la historia del pueblo purépecha, sus costumbres, tradiciones, etc. Por su parte, Maturino Gilberti y Diego de Basalenque organizan los primeros diccionarios de la lengua tarasca, e incluso traducen los principales rezos y oraciones para catequizar a los aborígenes de la región. Laboró en el mismo sentido Fray Mathías de Escobar al escribir su libro Americana Thebaida, que registra la realidad histórica de la sociedad michoacana en la época colonial. Estos hechos, además de otros, son fundamentales para conocer cómo  se fusionaron los elementos de las culturas aborígenes y la hispánica.

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Durante el movimiento de independencia, fue en Valladolid, hoy Morelia, donde se estableció un numeroso grupo de sacerdotes jesuitas, cuya orden fue un antecedente de esa lucha. Eran tan importantes como introductores de las nuevas ideas filosóficas que el Rey de España decidió expulsarlos del territorio de la Nueva España. La mayoría de ellos se distinguieron en las letras y las artes, personajes como Francisco Xavier Clavijero que se estableció en Valladolid, donde realizó una gran labor, el poeta michoacano Diego José Abad, sacerdotes eminentes como Eguiara, Beristáin y Alzate y Ramírez, pertenecientes al clero regular; humanistas, científicos, historiadores y filósofos de la talla de Andrés de Guevara y Bassinzábal, Francisco Javier Alegre, José Campoy, Rafael Landívar, Agustín de Castro, además de otros muy distinguidos, sumando en total cuarenta personas, pertenecientes a la Compañía que fundara San Ignacio de Loyola.

En 1809, tuvo lugar la Conspiración de Valladolid, la cual fue delatada por Agustín de Iturbide, y sus integrantes, todos originarios y vecinos de esta ciudad, eran un grupo eminentemente criollo, comandado por don Mariano Michelena, y  compuesto por José María García Obeso, Nicolás Michelena,  fray Vicente Santa María, el licenciado José Antonio de Soto Saldaña, el abogado José María Ansorena, José María Abarca y León, principalmente.

Casi al mismo tiempo se realizaban en Querétaro las supuestas “tertulias”, que en realidad eran reuniones para planear el movimiento de emancipación del dominio español. Ahí figuraron don Miguel Hidalgo y la heroína más importante que ha tenido México, doña Josefa Ortiz de Domínguez. Se la considera así, porque ella expuso los privilegios que tenían ella y su marido, el Corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, además fue ella quien avisó que la conspiración había sido descubierta, lo cual apresuró al Padre de la Patria  para iniciar la guerra por la Independencia, movimiento que fue continuado por dos michoacanos: el Generalísimo don José María Morelos y Pavón, y el Lic. Ignacio López Rayón.

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Durante La Reforma, hubo una pléyade de patriotas, entre los que figuraron Juan Álvarez, Santos Degollado, Valentín Gómez Farías,  Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Jesús González Ortega, Ignacio Zaragoza, Leandro Valle,  Manuel Romero Rubio,  Ignacio L. Vallarta, José María Iglesias, Francisco Zarco, José María Lafragua,  Ignacio Manuel Altamirano, Ponciano Arriaga, León Guzmán, José María Mata, Melchor Ocampo, Manuel González, Guillermo Prieto, Miguel Lerdo de Tejada, Vicente Riva Palacio, Santiago Tapia, Santiago Vidaurri, Antonio Rosales, Ignacio Pesqueira, Emilio Rabasa, Valentín Gómez Farías, Gabino Barreda y el propio Benito Juárez García, además de un sinnúmero de mexicanos patriotas que supieron anteponer los intereses de la patria por encima de cualesquiera otros. Hubo militares audaces, intelectuales de gran talento, maestros, científicos, filósofos, escritores, poetas, historiadores, etc. Todos ellos de una integridad y patriotismo a toda prueba. Entre toda esta pléyade, destaca la presencia de Benito Juárez por su entereza, tenacidad y notable inteligencia para enfrentar con su carácter integérrimo la lucha contra los enemigos de México, quienes defendían los beneficios económicos y políticos que disfrutaban, sin importarles las condiciones de pobreza e ignorancia en que se debatía la inmensa mayoría de los mexicanos, el 90 % de indígenas y mestizos, además de otras castas. Ahí sobresale con perfiles singulares don Melchor Ocampo, cuyo lugar de nacimiento no se conoce con precisión, pero su infancia transcurrió en la Hacienda de Pateo y su educación primaria en Maravatío, Michoacán. Posteriormente, fue alumno del Seminario en Morelia, pero su vocación lo llevó a estudiar y concluir la licenciatura en derecho, que nunca ejerció por considerarla como una profesión a favor de quienes poseían la riqueza. Sus verdaderos intereses se orientaron hacia la ciencia, las letras y la política. Fue diputado, ministro de estado y gobernador de Michoacán. Sin duda, el hombre más culto de la generación reformista, incluso él fue autor de las principales Leyes de Reforma, lo  cual fue motivo para que el sanguinario Leonardo Márquez ordenara su ejecución en Tepeji del Río, Hidalgo, el 3 de junio de 1861.

Al iniciarse la Revolución Mexicana, fueron muchos los ciudadanos michoacanos que simpatizaron con Madero y su programa político para evitar la reelección del decrépito dictador Porfirio Díaz. Muchos alumnos del Colegio de San Nicolás abandonaron las aulas para incorporarse a la causa revolucionaria, asimismo hombres como el filántropo doctor Miguel Silva y una gran cantidad de ciudadanos que sería prolijo mencionar.

La culminación del movimiento revolucionario de 1910, después del cruel asesinato del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, fue sin duda alguna el Congreso Constituyente de Querétaro, donde estuvieron presentes 16 diputados michoacanos, a quienes está dedicado este libro, para honrar su memoria, pues varios de ellos tuvieron una participación verdaderamente significativa en las conquistas revolucionarias en favor del pueblo de México.

Entre los revolucionarios, oriundos de Michoacán, destacan los generales Francisco J. Múgica y Lázaro Cárdenas, tanto por haber empuñado las armas como por su actuación en la vida pública del país. A Múgica se le reconoce como uno de los artífices de la Constitución de 1917, gobernador de Tabasco y de Michoacán, Secretario de Estado, además de otras importantes funciones.

El general Cárdenas tuvo grandes méritos que se pueden resumir en las siguientes acciones de gobierno: 1. El respeto a la vida humana, pues fue el primero que no mandó matar a sus enemigos políticos, simplemente los envió al exilio; 2. La reforma agraria, aspiración del campesinado nacional que, después de muchos años de explotación inhumana, se fueron a la lucha armada en busca de mejores condiciones de vida, pues ya no era posible soportar las vejaciones de los hacendados, reencarnaciones de los viejos encomenderos. Ese objetivo de la Revolución, Cárdenas lo cumplió en gran medida. Si tuvo o no buenos resultados es un asunto muy discutible, pero en su momento fue la respuesta correcta a legítimas aspiraciones populares; 3. La expropiación petrolera, acto de afirmación nacionalista que le permitió al país alcanzar un nivel de desarrollo que no hubiese sido posible con esa riqueza en manos de las compañías americanas y europeas; 4. La política internacional de México que se pronunció a favor de la República Española y muchísimos españoles optaron por venir a México, entre ellos vinieron mujeres y hombre eminentes en muchas disciplinas del saber humano: filosofía, historia, ciencias naturales, ingeniería, literatura, cinematografía, etc. El talento de estos científicos y artistas fortalecieron las instituciones educativas de México, especialmente las universidades que se renovaron en sus planteles de catedráticos. Incluso, gracias a los españoles refugiados en México, fue posible la creación de El Colegio de México, institución de gran prestigio mundial.

Por lo que se refiere a otros aspectos, Michoacán tiene pueblos admirables con una arquitectura civil y religiosa que impresiona, una división política bien dispuesta, vías de comunicación, ganadería, avicultura, apicultura, bosques,  minería, caza, pesca, industria, comercio,  obras de irrigación, maderas, salubridad, educación, alojamientos,  turismo, rentas tanto estatales como federales, bienes nacionales y  comunicaciones eficientes conforme a las últimas tecnologías.

Según datos proporcionados por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) y el INAFED (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal), en la superficie del Estado de Michoacán de Ocampo la vegetación se distribuye en la siguiente forma: 30.6% está cubierto por selva; el 28.7% son zonas agrícolas, el 27.8% por bosques, el 9.5% por pastizales, el 0.1% por matorral y el 3.8% restante por otros tipos de vegetación, cuerpos de agua y zonas urbanas.  “Las selvas se ubican sobre las zonas costeras y las depresiones del Balsas y del Tepalcatepec. Predomina la vegetación de selva baja caducifolia y subcaducifolia; las principales especies presentes son: Palo mulato, Tepeguaje, Cueramo, Cola de zorra y Jobo. Los bosques se ubican sobre los sistemas montañosos. Predominan los de coníferas y de encino, y en menor proporción el mesófilo de montaña; las principales especies presentes son: oyamel, ocote trompillo, pino chino, pino lacio y pino escobetón. Los pastizales están dispersos por toda la entidad. Predominan los inducidos y los cultivados; las principales especies presentes son: tepame, aliso mexicano, zacate tres barbas y jaragua. Los otros tipos de vegetación presentes son hidrófila, de galería, palmar y otras comunidades vegetales en sus distintas fases de desarrollo: herbácea, arbustiva y arbórea. Las principales especies presentes son: tule, mangle blanco, guaje y palo bobo. En el territorio estatal existen 57 áreas naturales protegidas, de las cuales 11 son de competencia federal y 46 de competencia estatal.”

En cuanto a la fauna, el Estado de Michoacán de Ocampo ocupa el 9° lugar a nivel nacional en lo que respecta a animales silvestres. En esta entidad está representada casi el 46% de la avifauna que habita en México; el 51% de las especies de mamíferos voladores y el 24% de los mamíferos terrestres presentes en el territorio nacional. Hay 164 especies de mamíferos, 510 de aves, 43 de anfibios, 138 reptiles y 52 de peces.

De las especies que presentan algún estatus de conservación ya sea por estar probablemente extintas en el medio silvestre, en peligro de extinción, amenazadas o sujetas a protección especial, hay: 20 mamíferos, 18 anfibios, 73 reptiles y 77 aves.