Cardenal mexicano rechaza firma de carta en el Vaticano

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera rechazó hoy que haya firmado una carta en una cumbre de obispos que se realiza en el Vaticano y que abrió una controversia mediática.

El arzobispo de la Ciudad de México manifestó su “mayor respeto y lealtad” al Papa, luego que se difundió el texto de una misiva que cuestionó las reglas aprobadas por el propio Francisco para el Sínodo, que comenzó el 4 de octubre y se extenderá hasta el día 25 de este mes.

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En una declaración oficial, Rivera aclaró que nunca firmó “la supuesta carta” y lamentó que algunos medios incluyeran su nombre en la lista de quienes la habrían suscrito.

“Al mismo tiempo reconozco que el lugar apropiado de la discusión es con otros padres sinodales y bajo la guía del Papa, que es nuestro garante de la unidad en la Iglesia y quien tiene mi mayor respeto y lealtad”, puntualizó.

Así salió al paso de la ya famosa “carta de los 13 cardenales”, que el lunes filtró un blog italiano y cuyo contenido cuestionó algunos aspectos del método de trabajo del Sínodo de los Obispos, cumbre que reúne a unos 270 “padres sinodales” de más de 110 países.

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El encuentro fue convocado para abordar los desafíos más importantes de la familia en el contexto actual y durante el mismo se discuten temas polémicos como la situación de los divorciados vueltos a casar o la actitud de los católicos hacia los homosexuales.

En este contexto, la carta fue usada por varios comentaristas para sostener la tesis de una supuesta manipulación de la asamblea de obispos, cuyo objetivo sería lograr aperturas que contradigan la doctrina de la Iglesia en esas delicadas cuestiones.

Según la versión filtrada de la misiva, el descontento de los firmantes estaría enfocado hacia dos objetivos concretos: el “Instrumentum laboris” (IL) y una comisión de 10 “padres sinodales” encargados de redactar el documento final de la asamblea.

El “Instrumentum” no es más que el documento de trabajo del Sínodo, un amplio temario que incluye los temas polémicos. Para los quejosos, algunos aspectos de ese texto son inaceptables y requieren una profunda revisión.

Además avanzaron dudas sobre el grupo de los 10 clérigos, designados por el mismo Papa, que están encargados de una labor de armonización de todas las enmiendas realizadas al IL para la redacción de un documento final.

“A un determinado número de padres les parece que la nueva metodología está configurada para facilitar unos resultados predeterminados sobre cuestiones importantes que son objeto de controversia”, indicó uno de los pasajes de la supuesta carta.

Es supuesta porque ni bien fue filtrada a la prensa, cuatro cardenales que aparecían en la lista de firmantes negaron haber dado su adhesión: los italianos Mauro Piacenza y Angelo Scola, el húngaro Peter Erdö y el francés André Vingt-Trois.

La tarde de este lunes el purpurado australiano George Pell (secretario de Economía del Vaticano) salió a declarar que la carta existe, pero añadió que el contenido y los firmantes difundidos por la prensa no son reales. Asimismo prefirió no difundir el texto original.

Tras esas precisiones, algunos medios publicaron otros nombres de cardenales que habrían suscrito el texto y entre ellos incluyeron al cardenal Norberto Rivera Carrera. Eso lo obligó a aclarar públicamente su posición.

Su aclaratoria llegó justo cuando el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, estableció que la carta original “era reservada y debía permanecer como tal”.

Precisó que todas las quejas que contiene la misiva habían sido avanzadas hace más de una semana, el lunes 5 de octubre por tarde, en la misma Aula Nueva del Sínodo. Aunque él no lo dijo explícitamente, se sabe que los cardenales Pell y el argentino Leonardo Sandri tomaron entonces la palabra para expresar su perplejidad.

El sacerdote jesuita abundó que él mismo había hablado de “objeciones y dudas sobre el procedimiento”, pero recordó que un día después, el 6 de octubre por la mañana, se encargaron de despejar todas las dudas el secretario del Sínodo, Lorenzo Baldisseri, y el Papa.

“Por lo tanto quien dio, a distancia de días, este texto y esta lista de firmas ha cumplido un acto de molestia que no estaba en la voluntad de los firmantes, al menos de algunos de los más conocidos. Por eso no hay que dejarse condicionar”, advirtió Lombardi este día a los periodistas.

“Que se puedan avanzar observaciones sobre el método del Sínodo, que es nuevo, no sorprende y se entiende. Pero una vez que ha sido establecido, todos se comprometen a cumplirlo en el mejor de los modos. Es lo que está ocurriendo”, apuntó.

Sostuvo que existe una “amplia colaboración” entre todos para “hacer progresar el camino del Sínodo” y señaló que incluso algunos mencionados firmantes de la carta son también moderadores de los “círculos menores” y “trabajan intensamente” con el mismo sistema que supuestamente han criticado.

“El clima general de la asamblea es, sin duda, bueno. Los invito a seguir el Sínodo en su andar positivo, que se respira mucho al interno del aula y seguir el trabajo sin dejarse engañar por estas comunicaciones que suscitan confusiones”, precisó Lombardi.