Garganta irritada y aftas, síntomas de fiebre periódica

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La irritación de la garganta, las aftas en la boca e hinchazón de los ganglios del cuello son síntomas de que los niños pueden padecer fiebre recurrente conocida como PFAPA, estomatitis aftosa, faringitis y adenitis, alertan especialistas.

Con el PFAPA, el ciclo de fiebre se repite alrededor de tres a cinco semanas, aparece a intervalos regulares y en general empieza en los primeros cinco años de vida, explicó en un comunicado el Instituto Mayo Clinic.

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Aunque las causas no son claras, el diagnóstico depende de varios factores, además del ciclo recurrente de fiebre.

Para identificar este padecimiento primero los niños que sufren esa afección no presentan ninguna infección, como suele ser propio de la fiebre en el resto de personas, después los medicamentos de venta libre que de manera normal reducen la fiebre, como el acetaminofén o el ibuprofeno, ejercen poco o ningún efecto sobre la fiebre.

Además, los niños no desean comer nada y lo más importante es que cada evento de fiebre es muy similar al anterior.

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“No existe un análisis de sangre para el PFAPA, pues a veces se realizan exámenes para buscar una infección o uno de otros síndromes de fiebre periódica menos importantes”, mencionó el Instituto.

En caso de diagnosticar PFAPA al niño, es posible que el médico recomiende administrar al menor una sola dosis oral de un medicamento corticosteroide, como la prednisona.

En la mayoría de los casos, eso restablece la temperatura normal del cuerpo en cuestión de horas y la fiebre no reaparece hasta que se repite el ciclo después de unas semanas, momento en que se administra otra dosis del corticosteroide.

“A algunos padres de familia les preocupa el efecto que la fiebre alta regular pueda ejercer sobre el niño, pero esa afección no causa ningún problema duradero”, añadió.

Además, contrario a la creencia popular, la fiebre misma no es peligrosa, aunque la infección u otra enfermedad que en general la acompaña sí puede ser causa de algún problema médico.

De hecho, la fiebre puede actuar como mecanismo protector porque ayuda al cuerpo a deshacerse de bacterias, virus y otras causas de infección.

El promedio de la temperatura corporal en una persona es de 37 grados Celsius, sin embargo, la temperatura normal del cuerpo puede oscilar entre 36.1 ° C y 37.2 º C o más.

También, la temperatura puede variar dependiendo del nivel de actividad de la persona y de la hora del día, pues en general, los jóvenes tienen una temperatura corporal normal más alta que las personas mayores.