Mediante "operación hormiga" abastecen alimentos a Tierra Caliente

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Agencias / La Voz de Michoacán.
El turbio Río Balsas volvió a ser un importante medio para transportar alimentos, como se usaba antes de 1951, año en que fue inaugurado el puente Miguel Alemán y más recientemente el Cantón, que unen a varios pueblos y rancherías de la Tierra Caliente.

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Aunque el nivel del agua ha bajado considerablemente, tras las lluvias y el desfogue de la presa El Caracol, hace falta valor para cruzar el Balsas en sólo una lancha de madera, que es arrastrada por la corriente aunque tiene un motor.

 

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Se trata de lanchas elaboradas de manera rudimentaria, pero a pesar de ello son elementos esenciales para apoyar a miles de personas que están del otro lado del río.

 

Tlapehuala, cabecera del municipio del mismo nombre, es uno de los puntos por el que familiares o amigos de "calentanos" que viven en las comunidades de Cantón, Corral Falso, Changata, Villa Nicolás Bravo, del municipio de Ajuchitlán del Progreso les llevan víveres.

 

Vecino de Pungarabato y Tlapehuala, Coyuca de Catalán, San Miguel Totolapan, Tlalchapa y Zirándaro de los Chávez, el municipio de Ajuchitlán también depende de los puentes "Cantón" y "Miguel Alemán" para surtir de alimentos a su población.

 

Sin embargo, ante la falta de puentes, las personas que llevan ayuda, así como los repartidores de tiendas de abarrotes, pollerías y empresas gaseras y refresqueras, llegan hasta una ladera junto al Balsas, ubicada en Tlapehuala, para entregar víveres a las personas que los esperan con paciencia del otro lado del río.

 

Las tarifas ya han bajado, ahora cobran 15 pesos por persona, y no se perdona el costo a niños ni ancianos; mientras que por artículos de "lujo" como los refrescos, cobran cuatro pesos por reja.

 

Otro punto es el puente Altamirano-Coyuca de Catalán, cuyo terraplén fue rehabilitado con grava y es más fácil pasar a pie hacia Coyuca; sin embargo, aún no se cuenta con un análisis del impacto que tuvo esta infraestructura ante la fuerza del río, que incluso arrastró la planta tratadora de aguas de Ajuchitlán, y que quedó varada a la altura de este punto.

 

El ánimo de los "calentanos" pareciera inquebrantable, siguen subiendo escaleras, caminando por terracería incluso bajo un fuerte sol y temperaturas de más de 32 grados para continuar sus días de la mejor manera posible y abastecerse de comida y agua los que tienen posibilidad de hacerlo. Los que no, esperan.

 

Además de perder el puente Miguel Alemán, la zona sufrió inundaciones por la crecida de los ríos Frío, Placeres del Oro, el Chiquito y Amuco, así como por algunos arroyos, entre ellos, el Cuirio.

 

Del puente Miguel Alemán dependen unos 137 mil 822 habitantes de Ajuchitlán, Coyuca de Catalán, San Miguel Totolapan, Tlalchapa y Zirándaro, cinco municipios de los nueve de la Tierra Caliente, cuyo abasto debe realizarse ahora a manera de "operación hormiga".