Migrante pierde esperanza de regresar a EUA a reunirse con su familia

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Notimex/La Voz de Michoacán

Tijuana, Baja California. Para Hugo Enrique, mecánico deportado de Estados Unidos por un incidente vial, la esperanza de regresar para reunirse con su esposa e hijos es poca, por eso desea atraerlos a la frontera sur de ese país y verlos con más frecuencia.

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Originario de Aguascalientes, pero radicado desde muy joven en ese país del norte, es padre de cinco hijos, quienes, incluso su esposa, son ciudadanos estadunidenses, por eso no lo siguieron hasta México cuando fue deportado.

A mí ya me habían deportado en una ocasión, en 1996, pero después me regresé a reunirme con familia; todo estuvo bien, hasta que en 2012 me detuvo la Policía y me salió ese antecedente, por lo que de inmediato me deportaron”, recordó.

Radicado en Chicago, junto con su esposa e hijos, no tuvo ni tiempo de despedirse de ellos, aunque reconoce que lo visitan en Tijuana dos o hasta tres veces al año, cruzando la frontera, pues no tienen ningún contratiempo para hacerlo y regresar.

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El problema, indicó, es que se encuentran demasiado lejos, pues ella trabaja en esa entidad en una iglesia metodista y sus hijos van a la escuela, por esa razón no han salido de ahí, “pero me los quiero traer cerca de la frontera para estar con ellos”.

Su esposa, quien es enfermera, trabajaba con un grupo médico, pero a raíz de su deportación comenzó a laborar como intérprete con el organismo religioso debido a que ellos sostienen una lucha a favor de los migrantes.

De padres colombianos, ella nació en Estados Unidos, y luego de contraer nupcias procrearon cinco hijos en ese país, los cuales se encuentran estudiando, “pero me vienen a visitar, no se olvidan de mí, por lo que quiero estar más tiempo con ellos”.

Recordó que su deportación fue por Matamoros, donde pretendió radicar, pero prefirió buscar otro destino en México, y fue cuando llegó a Tijuana, donde, aseguró, le fue difícil adaptarse, pero luego de su primer trabajo se sintió muy bien.

Al principio estaba difícil acostumbrarse, sobre todo cuando uno está recién llegado y no sabe ni a dónde ir ni a qué lugares recurrir, hasta que poco a poco va uno conociendo y le llega uno a tomar gusto a la ciudad”, dijo.

Sin embargo, también quiso probar suerte en su lugar de origen, en Aguascalientes, pero la atracción de la familia le hizo regresarse a la frontera, “allá estaba bien lejos, y mi familia lo resintió, porque ella vive hasta Chicago”.

Ahora que ya cuenta con un trabajo estable ejerciendo su oficio de mecánico, Hugo Enrique Velasco manifestó que el siguiente paso es atraer a su familia a la frontera cercana a Tijuana para tener la oportunidad de verlos de manera más continua.

Aunque sabe que su situación migratoria actual es compleja, reconoce que es difícil regresar a Estados Unidos. “Quisiera regresar legalmente para ya no andar con sobresaltos, pero no creo que por el momento tenga ninguna posibilidad de hacerlo”, dijo.