Festeja Tacámbaro 480 años de su fundación

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: Francisco Mora Alcaraz. En la ciudad de Oudenaarde, Bélgica, existe una plaza importante que lleva por nombre: “Tacámbaro”.

Redacción/La Voz de Michoacán

 

PUBLICIDAD

Tacámbaro. La población michoacana que hoy nos ocupa, está de cumpleaños. Hoy se recuerda aquella tarde del 21 de abril de 1538, en que los primeros frailes de la Orden de San Agustín, procedentes de España se asombraron con toda la magia de la naturaleza al pisar éstas tierras, dominadas entonces por el encomendero español Cristóbal de Oñate; quien los invitó a su castillo de La Magdalena, para iniciar la historia de la evangelización en la Tierra Caliente de Michoacán. La llegada de los religiosos marca el momento preciso en que Tacámbaro fue fundado. El actual Pueblo Mágico, nombrado desde antes de la llegada de los españoles como: “El Balcón de Tierra Caliente”, está cumpliendo 480 años de la conquista espiritual.

La magia que sorprendió a España.
De acuerdo a La Relación de Michoacán, referente bibliográfico situado entre los más importantes para conocer parte de la vida en Michoacán antes de la llegada de los españoles; la conquista prehispánica de Tacámbaro se atribuye a la invasión de grupos chichimecas que se encontraban asentados en la cuenca del Lago de Pátzcuaro allá por el siglo XV. La obra relata que Tariácuri, uno de los principales líderes del pueblo purépecha, antes de su muerte a los 90 años, concedió amplio poder a su hijo Hiquingare y a sus dos sobrinos Hiripan y Tangaxoan, para efectuar conquistas territoriales que dieron como resultado la conformación del gran imperio.

Entre los territorios conquistados se encontraba Tacámbaro, el lugar de las tacambas, palmas características de la región, con múltiples usos en la época. Fray Matías de Escobar, el cronista provincial de los agustinos en Michoacán, en su libro Americana Thebaida, se refirió al Tacámbaro del Siglo XV, como un vergel, donde las grandes chirimoyas podían ser alabadas, así mismo, el zapote prieto y los aguacates, fruto que los españoles denominaron: “las aceitunas de América”. El religioso aborda la abundancia de cañas y de plantas medicinales en un ambiente sano, cobijado por un clima privilegiado, pleno de hermosos paisajes con bosques nublados, agua por doquier y los crepúsculos más bellos de la provincia michoacana.

PUBLICIDAD

El agustino citó al cronista Fray Diego de Basalenque, sobre Tacámbaro: “…en ninguna otra tierra hubo más magos que en ésta, ni más expresos pactos con el Demonio; cada india era una insigne Medea…siendo las ancianas las más famosas pitonisas de ésta América…los falsos sacerdotes, eran tantos que podían contar a toda una multitud…en cada monte había por millares los atares, en todos ellos humeaban los copales, en todas las aras se oían los lloros de los inocentes que sólo a fuerza de humana sangre se mostraba éste cruel Dios, contando ya más de treinta mil divinidades…” .

Los territorios de Tacámbaro fueron entregados en encomienda por parte de Hernán Cortés, al capitán Cristóbal de Oñate, considerado el primer colono español en ésta tierra, personaje visto por la Corona Española como uno de los mejores caballeros asignados en la Nueva España, quien mandó construir su casa, el famoso castillo, en la zona que actualmente se conoce como La Magdalena, camino al pueblo de Tecario”, a sonde llegarían los frailes fundadores el 21 de abril de 1538, procedentes de Tiripetío”, expuso en entrevista para La Voz de Michoacán el historiador Daniel Alejandro Díaz Dimas.

Para más información checa nuestra edición impresa del 21 de abril.