Llaman a controlar pesca en el Lago de Chapala

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José Luis Ceja/La Voz de Michoacán

 

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Sahuayo, Michoacán. Ante el riesgo de un desastre ecológico en el Lago de Chapala, ambientalistas están solicitando la intervención de las autoridades pesqueras de esta entidad para conminar a los intermediarios a no adquirir especies de pequeña talla de los pescadores del Lago de Chapala.

Desde el punto de vista de Misael Contreras, comprador y procesador de pescado de la ribera del lago, el problema no son los pescadores sino los compradores que aceptan tallas pequeñas de peces a sabiendas que esto constituye un delito además de poner en riesgo la supervivencia de las poblaciones de peces.

En ese sentido precisó que los guardias federales deberían hacer una reunión con los compradores y decirles que no se puede recibir peces pequeños ya que en ocasiones se necesitan hasta 12 o 13 peces para completar un kilo “y cuando se captura en su tamaño normal con seis haces un kilo”.

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Urgió a que este tipo de reuniones se realicen a la brevedad posible ante el riesgo que se corre pues los peces en este embalse prácticamente han sido forzados a perder su capacidad de reproducción y madurez a causa de la pesca inmoderada.

Otros pescadores consultados en la parte michoacana del Lago de Chapala dijeron que existen prohibiciones para los trabajadores de la pesca en cuanto a la abertura de la malla de las redes en las que se especifica como mínimo para la pesca de tilapia de tres pulgadas y un cuarto en tanto que por los propios pescadores y las autoridades federales de pesca se han llegado a detectar mallas con abertura de apenas dos pulgadas lo que ocasiona que los especímenes jóvenes sean arrastrados por estas redes ilegales.

Contreras Macías señaló que esta reunión deberá darse también con los compradores de peces que operan en la parte jalisciense de este embalse: “Si nosotros aceptamos no comprar el pescado chico, los pescadores lo venden a los de Jalisco y nosotros nos quedamos sin producto y tenemos que recortar trabajo; esto tiene que ser parejo, que se nos avise y al que lo siga haciendo que lo multen”.

Adelantó que estas reuniones deberán darse también con los pescadores a quienes deberá hacerse saber sobre la importancia de la sustentabilidad del lago ya que al menos dos especies que se desenvolvían en este lugar han desaparecido como el pescado blanco y el bagre y actualmente las poblaciones de tilapia y charal se encuentran en riesgo tanto por la pesca inmoderada como por la contaminación de que es objeto este lago al recibir las descargas residuales de la Ciénega michoacana.

Aunque se han realizado diversos operativos por parte de los guardias federales de pesca para la detección y retiro de las artes de pesca prohibidas, éstos no ha dado los resultados esperados puesto que, de acuerdo a Francisco Medina Ortiz, líder de la cooperativa de pescadores Jalisco/Michoacán los pescadores furtivos reciben oportunamente los avisos de estas revisiones y alcanzan a retirar las mallas.

A lo anterior se suma el fenómeno de la  pesca furtiva ya que, por ejemplo, en el municipio jalisciense de Tuxcueca, a unos 40 minutos de Sahuayo sobre la ribera del lago, existen al menos cien pescadores que operan sin regulación alguna por lo que se desconoce tanto las artes de pesca que utilizan como los volúmenes de captura.

Esta clandestinidad, de acuerdo a las autoridades locales de Tuxcueca es propiciada por la Comisión Nacional de Pesca u Acuacultura (Conapesca) ya que limita el número de pescadores que pueden inscribirse en una cooperativa además de que impide la creación de nuevas organizaciones.

Tan solo en el lado michoacano son cerca de 200 los pescadores que cuentan con autorización federal para la pesca comercial en el Lago de Chapala.