Napoleón cautivó a los zitacuarenses.

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Olivia Tirado / Corresponsal La Voz de Michoacán.
Zitácuaro, Mich.- José María Napoleón ‘El poeta de la canción’, cautivó a los zitacuarenses en su presentación artística, dentro de los eventos de la Expo-Feria Zitácuaro 2013. En su presentación se destacó su voz, que a sus 64 años, continúa con sus matices como en los mejores tiempos. Durante hora y media, público y cantante vivieron una sola experiencia: escuchar y sentir las canciones más conocidas del intérprete, que los remontaron a múltipls recuerdos.

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Este sábado, el palenque se vistió de lujo, desde el momento mismo en que se anunció la presentación de José María Napoleón. Los asistentes (un 90 por ciento o más), esperaban la llegada de este cantante, famoso en los años 70’s y 80’s.

Con el juego de luces que oscurecían y alumbraban el palenque, o entre luces y sombras la primera melodía interpretada fue ‘Hombre’, uno de sus grandes éxitos en 1977, canción que arrancó los aplausos del público asistente. Napoleón, con una figura delgada, impecable, se vistió de negro; desde los zapatos, pasando por el pantalón, cinturón, camisa (sin corbata) y saco, recorría el escenario, como la palma de su mano. Por lo que después de saludar y de enfatizar que el recibimiento de los zitacuarenses fue muy cálido, continúo con canciones como ‘Pajarillo’ o ‘Celos’.

En sus melodías, el cantante de Aguascalientes, hizo alusión en todo momento, que estaban dedicadas a lo ‘más bello de la tierra y con el perdón de los caballeros: a la mujer, motor de nuestras vidas’, dijo. Especialmente porque acababa de pasar el Día Internacional de la Mujer, por lo que, como homenaje, les cantó ‘Mujer’.

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Para agradar más al público, Napoleón, entre canción y canción, saludaba, abrazaba o besaba a las mujeres osadas que le estiraban su mano.  Cuando, entre gritos y aplausos inició la música de la canción ‘Después de tanto’, una adolescente también quiso acercarse a él para abrazarlo, pero no midió sus fuerzas y en su emoción, hizo que Napoleón se tropezara, deteniéndose en la barrera de madera, que separa el escenario de las butacas. No alcanzó a caerse, pero sí se le dificultó volverse a incorporar. Los policías de forma inmediata quisieron regresar a la adolescente a su lugar, pero Napoleón lo impidió al decirles que ‘no pasa nada, sólo es una muestra de cariño, mismo que yo agradezco”, por lo que dejó que la adolescente lo abrazara y besara,  para, enseguida reanudar la melodía truncada.

La gente cantaba canciones como ‘Tu primera vez’, ‘Mientras llueve’, ‘Lo que no fue, no será’, ésta última coreada por el público a petición del cantante, quien agradeció sobremanera, que las personas se le entregarana plenitud. Las más aplaudidas y cantadas fueron ‘Amor de habitación’,  ‘Recuerdo apagado’, ‘Ella se llamaba’. Las que prendieron el escenario, incluso el público se puso de pie, fueron las canciones ‘Eres’, ‘Leña Verde’ y ’30 años’.

No hubo distinción, entre el humo y algunas bebidas, las personas vivieron, disfrutaron, recordaron diversas épocas gracias a las canciones de este artista. Desde las mujeres y hombres de la tercera edad, hasta las adolescentes, quienes le pedían que interpretara canciones como ‘Piel’, ‘Aún estoy de pie’, ‘Me voy a ir’, ‘A usted’ y más. Melodías que se quedan a la espera de que Napoleón regrese a suelo zitacuarense, para interpretarlas.

José María Napoleón no sólo cantó, sino que también vivió y sufrió sus canciones, tal vez ese sea el secreto de su éxito: que el sentimiento que lo embarga al cantarlas, es el mismo que sienten miles de personas. A medio espectáculo brindó con el público y volvió a agradecer  el cálido recibimiento del que fue objeto.

Después de casi hora y media, empezó a presentar a sus músicos y se despidió con las canciones ‘Deja’ (le acompañaron sus dos coristas) y ‘Vive’, como un homenaje a las personas que saben disfrutar de la vida y que alcanzan sus sueños.

Esa noche fue de magia, tanto es así, que en un abrir y cerrar de ojos, y sin que el público lo sintiera, José María Napoleón volvió a desaparecer escoltado por los mimos policías que lo resguardaron a su llegada. Pero dejó un excelente sabor de boca, al público presente…