Reglamento interno divide al cabildo Piedadense

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Eduardo Ruiz Muñoz / Corresponsal La Voz de Michoacán
La Piedad, Mich., a 29 de junio.- No tuvieron empacho en aprobar un presupuesto de 60 mil pesos en viáticos “para lo que se ocupe de trámites respecto al Subsemun”. Nadie dijo nada cuando la tesorera Esther Naranjo reveló que en lo que va del año se han gastado 176 mil pesos en fletes y maniobras para apagar los constantes incendios del basurero municipal.

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A ninguno de los regidos les inmutó que el Presupuesto de Egresos para el ejercicio 2013 haya sufrido un incremento de 16 millones 172 mil 429 pesos con 15 centavos, según la tesorería.

Pero sí, airadamente reaccionaron en contra de un reglamento que les exige dar cumplimiento al compromiso que asumieron con el pueblo de La Piedad el pasado 1 de enero de 2012.

Sentados en nuevos y confortables sillones, además de estrenar escritorios, los regidores chillaron en cuanto el secretario del ayuntamiento mencionó el tema a discutir: la aprobación del Reglamento Interno del Ayuntamiento de La Piedad (la H. de Honorable la perdieron desde hace tiempo).

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Sin duda que a Rocío Padilla y Gabriela Zarate les dolió la afectación a sus ratos de ocio, a tal grado que prefirieron darle la espalda al alcalde y el resto de la fracción del PAN para sumarse a la bancada priista. Probablemente, ya estén cabildeando algún cargo dentro de la Comisión Federal de Electricidad.

La sesión de cabildo estuvo a punto de convertirse en una acalorada discusión de cantina, cuando el regidor Samuel Hidalgo les recriminó a sus correligionarios la falta de palabra (en el léxico de una cantina, póngale usted el calificativo)

“En tiempos de mi padre había palabra de honor y hoy no se respetan ni los acuerdos ni los dictámenes", dijo al referirse a Gonzalo Cano y Salvador Estrella, quienes con su firma avalaron el dictamen del reglamento y luego, en la sesión de cabildo, votaron en contra.

Y que se arma la rebambaramba. Que si yo sí tengo palabra. Que a mí no me avisaron. Que sí se les informó. Y que vienen luego los resbalones: “es dando cumplimiento a las demandas sociales como México ha progresado y eso ha sido gracias a las gobiernos del PAN”. ¡madaquecuá!

Ya cuando Gabriela Zarate estaba comenzando a hablar sobre la honestidad y los valores que le han enseñado sus gurús dentro de Acción Nacional el alcalde de plano paró el sainete.

Iván Rizo se precipitó y pidió a los integrantes del cabildo que el reglamento se sometiera a votación como estaba previsto en la orden del día y fue cuando vino la división y la decisión final del alcalde de aprobar el reglamento, pese a la división de sus huestes.

Finalmente, es probable que no pase nada, pues así ha ocurrido con el reglamento sobre los vehículos oficiales: hay motocicletas de servicios públicos, camionetas del SAPAS, de Obras Públicas y de todas las dependencias en domicilios particulares, en las afueras de antros y nadie dice nada.

Corresponde ahora al Oficial Mayor hacer valer dicho reglamento y privar de 10 días de salario  equivalentes a 9 mil pesos (cada uno gana 900 pesos diarios) por cada vez que un regidor falte a una sesión de cabildo o evento cívico, como lo establece la nueva ordenanza en su artículo 96, fracción II.