Zirahuén honra a sus muertos

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: Cortesía. Angélica Ayala. Hace 17 años que la tradición de un pueblo se retomó, y, es la colocación original de las ofrendas a los difuntos en Zirahuen.

Angélica Ayala/La Voz de Michoacán

 

PUBLICIDAD

Zirahuén. Hace 17 años que la tradición de un pueblo se retomó, y, es la colocación original de las ofrendas a los difuntos, esto debido a que antes de estos años la gente empezó a utilizar elementos ajenos y afines al Halloween. Ahora, nuevamente las tumbas lucen los manteles bordados a punto de cruz, las cazuelas de barro con la calabaza cocida con piloncillo, las servilletas bordadas que esconden las tortillas hechas a mano, los chayotes cocidos y todo aquel aperitivo que a ánima le gustaba.

A diferencia de los panteones de los pueblos purépechas, en Zirahuén, las coronas son de plástico con colores muy vistosos y que en medio llevan flores del mismo material o alguna imagen religiosa, utilizan más las flores del campo como las orquídeas y las milpas; también hay quienes adorna con flor de cempasúchil, pero son las menos. La ofrenda la empiezan a organizar días antes al dos de noviembre, al llegar la fecha, por la mañana temprano empiezan con todo el decorado.

Ana Lillia Padilla, organizadora del concurso de las ofrendas, y quien hace más de una década empezó a rescatar esta tradición, informó que la inquietud surgió cuando en las tumbas se colocaban adornos ajenos a la comunidad, como brujas, murciélagos, colguijes de colores naranja y negro, “eso no era lo de nosotros, es así que empezamos a invitar a la gente y motivarla con un concurso de ofrendas”, mismo que se realiza hasta la fecha. El monto es significativo, ya que la familia invierte mucho más de lo recibido en el premio.

PUBLICIDAD

Las ofrendas se les colocan a las personas que fallecieron hace un año, o durante el año actual, todos los integrantes de la familia participan; además de tapar la tumba con los manteles bordados y carpetas, se coloca alguna herramienta o aditamento que en vida utilizaba el difunto, por ejemplo, si era músico le llevan su instrumento, sus partituras e incluso el atuendo; a un albañil le colocan su herramienta y así de acuerdo al trabajo que realizaba.