EFE / La Voz de Michoacán Madrid, España. - Más de 100 alumnos y profesores de cuatro colegios europeos y doce artistas han creado conjuntamente un cortometraje que inculca a los más jóvenes el respeto por el medioambiente a través de la técnica de animación ‘stop motion’, que aparenta el movimiento de un objeto estático a través de una consecución de imágenes fijas. Esta acción forma parte del proyecto Green Tales, liderado por la Fundación Internacional Yehudi Menuhin y cofinanciado por la Comisión Europea, el cual se dedica a desarrollar cuentos infantiles ilustrados en forma de películas de animación para despertar el vínculo de los niños con la naturaleza. La directora del proyecto y responsable sénior de proyectos de la fundación, Bianca Rubino, lo ha calificado como “una experiencia compartida que inspira la imaginación empodera a las personas y crea un impacto duradero”, y que recuerda que “los grandes cambios se producen de forma colectiva”. Según ha explicado a EFE Imane Tamli, responsable de Comunicación Global del proyecto, que pertenece también a la red social europea Panodyssey, Green Tales comenzó a partir de una idea muy sencilla: “¿Qué pasaría si damos a los niños un espacio para expresarse creativamente sobre el medioambiente?”. El trabajo en ‘stop motion’ que han realizado alumnos de escuelas de España -en concreto, el CEIP Santiago Ramón y Cajal de Ceuta-, Islandia, Alemania y Turquía, está relacionado con los cuatro elementos de la naturaleza, el agua, el aire, la tierra y el fuego. Con una duración de nueve minutos y disponible en internet, el cortometraje es la culminación de dos años de trabajo y suma las vivencias de los diferentes países, cada una protagonizada por un elemento y su relación con la naturaleza, en una historia en la que un extraterrestre viaja a la Tierra para conocerlos y concluye que “todo el mundo debe hacer lo posible para preservar el planeta”. Tamli ha contado que el proceso creativo fue responsabilidad de los menores, quienes inventaron las tramas, diseñaron los decorados, animaron las escenas fotograma a fotograma y, por último, grabaron la narración con sus propias voces e incluso crearon sonidos. Para ella, los alumnos “pueden ser ingeniosos, creativos y libres”, algo que el proyecto quiere proteger y fomentar porque “como adultos hemos perdido eso y los niños aún no tienen ese miedo a expresar sus ideas, no son críticos con sus pensamientos”. Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Yehudi Menuhin, Marianne Poncelet, ha resaltado la importancia de concienciar a los niños en el respeto a la naturaleza y cómo Green Tales ha unido a pequeños de toda Europa. “Este viaje ha sido muy inspirador para nosotros, y los resultados nos animan a imaginar una continuación de este hermoso proyecto”, ha puntualizado. El proyecto Green Tales forma parte de Panodyssey - que colabora con EFE en la difusión de este contenido -, la red social cultural para creadores, periodistas y lectores y cuyo CEO, Alexandre Leforestier, ha calificado de un “lugar seguro y colaborativo para implicar en la diversidad” a escritores jóvenes. Para ello, la red se preocupa de que no haya contenidos, comentarios ni perfiles falsos, además de que la colaboración entre usuarios “está muy presente en su ADN”; por eso, para Leforestier, el proyecto Green Tales “es uno de los ejemplos de cómo podemos educar y colaborar de forma diferente”.