EFE / La Voz de Michoacán Madrid, España.- El sobreconsumo "va implícito en el propio concepto de Navidad" actual, pero es posible actuar para no dejarse arrastrar por él, apuntan las organizaciones ecologistas, que apoyan un cambio de mentalidad para fomentar la sostenibilidad en estas fechas. Así, la doctora en Derecho internacional ambiental y responsable de recursos naturales y residuos de Amigas de la Tierra, Adriana Espinosa, señala a EFE que no se trata sólo de tener cuidado con lo que se regala, sino de aquello con lo que se envuelve, para evitar un drástico aumento de los residuos. Por ejemplo, en lugar de utilizar papel específico de regalo, aconseja entregar los presentes en una bolsa de papel o envolverlos en simple papel de periódico: "algo que puede parecer una chorrada pero que puede reducir miles de papeles que luego se tiran" tras cumplir su breve labor de empaquetado. Segunda mano A la hora de comprar regalos físicos, Espinosa apuesta por las opciones de segunda mano pues "aunque te digan que el producto (nuevo) es sostenible y ecológico, hay mucho lavado verde" y la ventaja de la primera posibilidad es que no es necesario invertir nuevos materiales en su fabricación. "Tenemos ese estigma de la segunda mano como que es algo que va a ser de peor calidad y no tiene por qué ser así", como muestra el proyecto 'Alargascencia' de esta organización ecologista: un mapa que contiene información sobre más de 1.200 tiendas de segunda mano, intercambio, alquiler y reparación en toda España para reforzar este mercado alternativo. También es posible "regalar experiencias a tus seres queridos", regalos intangibles pero que enriquecen la vida: desde actividades en la Naturaleza hasta inscripciones para practicar un 'hobby'. Otras opciones SEO/BirdLife plantea regalar opciones "sostenibles y solidarias" que contribuyen directamente a la conservación de las aves y del medio ambiente: desde kits para construir cajas nido o comederos, hasta excursiones de pajareo y guías especializadas. Ecologistas en Acción apuesta por "el comercio de cercanía y muchas verduras y frutas de temporada" que permitan elaborar "platos sabrosos y sin huella ecológica" reduciendo la ingesta de proteína animal y de paso evitar los excesos gastronómicos. En el caso de consumir carne, la ong apuesta por evitar la de origen industrial y, en el del pescado, que sea fresco y rehuyendo las especies más sobreexplotadas como la cigala y el besugo o las que generan “enormes impactos medioambientales”, como los langostinos tropicales o el salmón. La plataforma Clickoala ha lanzado Proxy+, un mapa donde poder encontrar pequeños comercios locales en España que venden alimentos ecológicos de “alta calidad” y elaborados "con métodos tradicionales”: una quesería en Lugo, una cervecera en Huesca o una harinera en Málaga son algunos ejemplos sostenibles que se pueden convertir en regalos para estas Navidades. Responsabilidad colectiva La responsabilidad de hacer sostenibles estas fechas no recae sólo en el consumidor, añade Espinosa, sino también en las empresas y en los gobiernos que no “exigen cambios” para mejorar el sistema. En su opinión, las empresas deben apostar más por el “ecodiseño”, fabricando productos que ya de partida sean fáciles y baratos de reciclar o, al menos, hacerlos “fácilmente reparables”, para evitar que se conviertan pronto en residuos. La obsolescencia programada, insiste, es uno de los principales culpables del incremento del volumen de desperdicios que, en el caso de los aparatos electrónicos “crece al mismo ritmo o por encima” de su velocidad de producción y, si bien constituyen un “porcentaje pequeño en los vertederos”, concentran “el 70% de los residuos peligrosos”.