Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las festividades decembrinas representan uno de los mayores retos para la salud metabólica de los mexicanos. Entre posadas, brindis de oficina y las cenas de Nochebuena y Fin de Año, el consumo calórico se dispara de manera alarmante. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud (Ssa), durante una sola cena navideña una persona puede llegar a ingerir entre 2,000 y 3,000 calorías, superando por mucho la ingesta diaria recomendada para un adulto promedio (aproximadamente 2,000 kcal). Este superávit calórico, sumado al sedentarismo propio de las vacaciones, se traduce habitualmente en un aumento de peso de entre 2 y 5 kilogramos al finalizar la temporada, además de complicaciones inmediatas como indigestión, reflujo y descompensaciones en pacientes con diabetes o hipertensión. El reto de la "comida emocional" Especialistas en nutrición coinciden en que el problema no es el alimento en sí, sino las porciones y la frecuencia. La gastronomía michoacana es rica en carbohidratos y grasas, y si sumamos el ponche con azúcar, el lomo, la ensalada de manzana y las bebidas alcohólicas, estamos bombardeando al organismo con glucosa y sodio. Para disfrutar sin culpas ni riesgos, autoridades sanitarias y expertos en nutrición recomiendan seguir una estrategia de "Alimentación Consciente": 1. La regla del plato: Vegetales primero La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el 50% de nuestro plato sean vegetales. En la cena navideña, comenzar con una ensalada fresca o verduras al vapor genera saciedad gracias a la fibra, evitando que el apetito se desborde al llegar a los platos fuertes más calóricos. 2. Cuidado con las "calorías líquidas" El ponche de frutas tradicional, aunque contiene vitaminas, suele tener un alto índice glucémico por el piloncillo y el azúcar de las frutas. Se recomienda: Endulzar con sustitutos naturales o usar menos azúcar. Alternar cada copa de alcohol con un vaso de agua natural para mantener la hidratación y reducir el consumo total de alcohol. 3. No llegar con "hambre acumulada" Un error común es ayunar durante todo el 24 de diciembre para "tener espacio" en la cena. Esto provoca que el metabolismo se ralentice y que, al llegar el evento, se coma con ansiedad. Realizar comidas ligeras y ricas en proteína durante el día es clave. 4. La técnica de los 20 minutos El cerebro tarda aproximadamente 20 minutos en registrar la señal de saciedad. Comer despacio, masticar bien y conversar entre bocados no solo mejora la digestión, sino que permite identificar cuándo estamos satisfechos antes de pedir una segunda porción. Foto: Especial Un llamado a la moderación Durante esta temporada navideña, especialistas y autoridades del sector salud han destacado la especial atención que se debe poner a los pacientes con enfermedades crónicas para no abandonar sus tratamientos médicos durante estas fechas. Mantener una caminata diaria de al menos 30 minutos, incluso durante los días de fiesta, puede ayudar significativamente a procesar el exceso de energía y mantener los niveles de glucosa bajo control.